lunes, noviembre 27, 2006

Club Pachuca, Impunidad ¿Hasta Cuando?

* La Femexfut debe sancionar al club por lo acontecido en el Estadio.
* Se violaron diversas disposiciones del Reglamento de Sanciones.
* Jabel y Gildardo, trato humillante a la prensa local.
* Club Pachuca, historia de impunidad que debe terminar.


La noche del viernes 24 de noviembre, un grupo de vagos y porros pertenecientes a la porra del equipo de futbol de los pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México, protagonizó un zafarrancho en las tribunas y sanitarios del estadio “Hidalgo”, donde causó destrozos y daños que se calculan –conservadoramente- en 120 mil pesos.
Elementos de la Dirección General de Seguridad Pública y Transito del Estado, lograron la detención de 28 de los vándalos que con la camiseta PUMA armaron el broncón, se enfrentaron a los granaderos y se pelearon con aficionados de los “tuzos” del Pachuca y se les fincará responsabilidad penal para que paguen los daños que provocaron, que según la directiva tuza consisten en la destrucción de 96 butacas, losetas y mobiliario de los baños, 35 metros de malla ciclónica y afectaciones en las paredes.
A pesar de ello la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut), no ha hecho público si se sancionará a la Promotora del Club de Futbol Pachuca por ese motivo ni ha anunciado si será vetado el estadio, en el que además los rijosos arrojaron una gran cantidad de objetos hacia la cancha para dañar a los jugadores, incluso haciendo explotar un petardo que si hubiera estallado en las tribunas, seguramente habría causado lesiones graves a muchos aficionados.
Tampoco la presidencia municipal de Pachuca ha dado a conocer si se sancionará o clausurará al estadio, que por parte de la Femexfut debería ser vetado cuando menos lo que falta del torneo, pues aunque la directiva del Club Pachuca alegue a su favor que si se contaba con la seguridad necesaria, está visto que no fue la suficiente para evitar el zafarrancho y también está claro que el personal de “seguridad” fue burlado con la introducción del petardo y ello es motivo suficiente para la sanción.
Aunque intentarán negarlo por parte del Club Pachuca, lo ocurrido tiene como causa la falta de seguridad y la indiscriminada venta de bebidas alcohólicas que se hace al interior del estadio Hidalgo y después de ver lo que hizo la porra de los pumas, nadie dudaría en pensar que hasta marihuanos estaban y si quienes debieron prever y evitar eso no lo hicieron, entonces es culpa de la administración tuza, que en su defensa a mandado a la femexfut los videos para demostrar que fueron los visitantes y no los anfitriones quienes armaron la bronca.
Habría que ver si los videos no son editados a conveniencia, porque la televisión no dejó de transmitir las escenas y en ellas se observó que los de los pumas no peleaban entre ellos, sino con los aficionados tuzos que por igual aventaban cosas, golpes y empujones a los visitantes, uno de los cuales terminó con la cabeza abierta.
Posiblemente en la presidencia municipal de Pachuca no tengan las agallas para sancionar a los tuzos y menos para clausurar el estadio ante las amenazas que anteriormente ha hecho públicas el presidente del club, el veracruzano Jesús Martínez Patiño, en el sentido de que les echará a la afición, pero es de desearse que alguien le ponga un alto a la impunidad con que se conduce el Pachuca y si tienen culpa en lo acontecido, que paguen por ello.
El Reglamento de Sanciones de la Femexfut, establece en su artículo 2 fracción II inciso i, la posibilidad del veto y en el artículo 23 del capítulo 6º, indica en los incisos A, B, C, D, y H señala obligaciones de seguridad que debe cumplir el club para garantizar el orden en la cancha y las tribunas, dentro y fuera del estadio, evitar la venta de bebidas y realizar revisiones y que aparentemente no se hizo como debiera, sobresaliendo el inciso “I” que impone a la directiva la responsabilidad de lo que las porras organizadas realicen.
Por si fuera poco en la fracción II incisos C y D, se confirma la posibilidad del veto, la responsabilidad del club si el público arroja objetos, así como una sanción económica y en el “K”, se dice que la directiva es responsable de lo que ocurra en tribuna. También son ilustrativos los artículos 24 y 33.
Los integrantes del club Pachuca siempre se han conducido con impunidad en sus actos, en el recientemente realizado 4º Congreso Internacional de Futbol efectuado en esta ciudad, el despotismo y prepotencia tuza volvió a ejercerse en contra de aficionados, público en general y medios de comunicación locales.
A quienes acudieron a la zona plateada para poder observar a las estrellas del balompié como Edson Arantes “Pelé” y a Hugo Sánchez, al grito de “háganse para allá, mugrosos”, se les obligó a quedarse afuera y muy lejos del hotel que los tuzos construyeron en terrenos que el gobierno del Estado compró con dinero del pueblo y que después les regalò.
además a muchos de los reporteros locales se les dio un trato humillante por parte de los responsables de comunicación social del club Jabel y Gildardo Marines Limón, que ignorantes y sin preparación parecen haberse olvidado de sus orígenes y ahora se creen tan millonarios y “estrellas” como sus jefes que cualquier día los corren.
La política discriminatoria por parte de Jabel y Gildardo Marines Limón hacia los medios de comunicación locales no es asunto nuevo, así se han conducido durante años, de ahí que no son pocos los que critican fuerte y quedito, el hecho de que en el Sistema de Radio y Televisión de Hidalgo se les sigan otorgando a ellos y a la empresa que representan, espacios de radio y TV de manera gratuita, cuando la directora Helia Carolina Soto de Viornery se había comprometido a que le cobrarían al Club Pachuca. También son muchos los que con razón o sin ella han llegado a la burla: ¿ya escuchaste que “Gil” intenta hablar como si fuera argentino?
Jabel y Gildardo, para quienes no estaría mal que leyeran el artículo 48 del Reglamento de Sanciones de la Femexfut relativo al “Racismo”, parecen no tener presente una verdad no inventada por quien esto escribe, sino por la vox populi, en el sentido de que los cargos en cualquier dependencia pública o privada son temporales y deben servir para hacer amigos, no para enemistarse con aquellos a los que se debe asistir, como les corresponde a ellos con los medios de comunicación, grandes y pequeños, electrónicos y escritos, que cumplen una misma función, en la que ellos –por cierto- no destacaron como su padre si lo hizo.
La impunidad y la prepotencia tuza debe acabar, porque no se limita a lo ocurrido en el estadio, se trata de una historia añeja, agravada por la protección que a los directivos de la Promotora les otorgaron desde el gobierno del Estado, los ex-gobernadores Jesús Murillo Karam y Manuel Ángel Núñez Soto.
El primero otorgándoles de una manera irregular y que ha sido denunciada en periódicos y revistas nacionales y del estado, la franquicia del Club Pachuca y el segundo donándoles terrenos de un valor multimillonario lo mismo en las inmediaciones de la ex-hacienda de La Concepción que en la Zona Plateada, que parece haber sido diseñada solo para su complacencia y negocio.
Que nadie olvide que la riqueza de los tuzos está fincada en la miseria de millones de hidalguenses, porque el gobierno de Núñez Soto adquirió a los ejidatarios de Venta Prieta, con dinero del pueblo y a un precio irrisorio, los terrenos de la zona plateada, los urbanizó, introdujo servicios de calidad, diseño el Parque Cultural David Ben Gurión y ya que el predio había multiplicado muchas veces su valor, entonces se lo regaló a la promotora del Club, como también lo hizo con los terrenos donde se construyó la Universidad del Futbol y Ciencias del Deporte.
Hablar de la Promotora del Club de Futbol Pachuca, es referirse a un gran imperio económico, posiblemente el más importante en el Estado, tratándose de negocios, ya que ningún otro grupo empresarial como el que representan el veracruzano Jesús Martínez Patillo y el argentino Andrés Miguel Fassi Jurguens, tiene presencia en tantos giros como ellos.
Ningún otro es objeto de donaciones tan generosas y multimillonarias por parte del Estado como el Club y tampoco otro grupo de empresarios ha podido hacer con bienes inmuebles propiedad del Estado, un negocio redondo como solo ellos, para quienes ha significado “oro puro”, los estadios “Hidalgo” y “Revolución Mexicana”, el Poliforum “José María Morelos” del que aún conservan una parte bajo su control, el Centro Deportivo de Alto Rendimiento y muchos bienes más, que en pocos años les ha permitido acumular una fortuna económica, cuyo monto se desconoce, pero que es visiblemente ostentosa ante la ciudadanía pachuqueña.
Dichos inmuebles han sido construido con dinero del erario público y en teoría son patrimonio de todos los hidalguenses, pero que solo representa beneficio para la promotora, que en diversas ocasiones ha sido objeto de criticas en la prensa, radio y televisión, así como de debate en el Congreso del Estado, donde una legisladora panista que mucho cuestionó la situación, parece haberse olvidado de ella, más ahora que recibió el favor del gobierno del Estado de darle un trabajo a su esposo en el Instituto Electoral.
Dicha actitud arbitraria de la Promotora del Club de Futbol Pachuca, se ha reflejado lo mismo en su negativa que se ha hecho pública en otras ocasiones, a pagar los servicios de agua potable y luz eléctrica tanto en los estadios como en sus instalaciones, en la constante violación a los reglamentos municipales y disposiciones de venta de bebidas alcohólicas y en la burla que para ellos ha significado la ley cuando alguno de sus jugadores o directivos es denunciado penalmente por cualquier situación.
Ahora se verá si también de la Femexfut se burlan.
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