Sociedad de "Vividores" de Familia

* ANPF, organismo inútil y enemigo de los paterfamilias.
* Manejan millonarios recursos pero no entregan informes financieros.
* Pérez Bautista “eterno líder” de padres de familia.
* Debe el gobierno frenar abusos de vividores.

Si Usted tiene hijos o alguna vez fue a la escuela, seguramente ha escuchado hablar de lo que en cada plantel llaman la “Sociedad de Padres de Familia”, ¿Y sabe Usted para qué sirve o en qué lo representan?
Tan solo en el presente ciclo escolar que está por terminar, la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo a través de la Dirección de Programas Compensatorios otorgó recursos económicos a 2 mil 336 asociaciones de padres de familia en Preescolar y Primaria, así como la asesoría necesaria para su administración, a los cuales hay que sumar los recursos que de manera periódica obligan a cada padre de familia a proporcionar.
Mediante dichas cuotas, se condiciona o se rechaza el acceso de los alumnos a las escuelas públicas y ya ni se diga en las privadas, pero además se les presiona a los paterfamilias en algunos casos a participar en las labores que se realicen en cada plantel, hay algunos en los que deben colaborar incluso con faenas cuando se trata de mejoras a la institución.
Se les pide apoyos para pintura, mobiliario, festivales, que el Día de la Madre, Día del Padre, del Maestro, de la Educadora, del árbol, del libro, muchas cosas y por si fuera poco se les exigen paquetes de hojas y material para la dirección, plumones, marcadores, gises, jabón, papel sanitario y en algunos casos hasta escobas y trapeadores.
Pues todo ello no son más que abusos por parte de las autoridades escolares, los cuales deberían ser frenados por la Sociedad de Padres de Familia, pero no, en cada plantel la hay pero no lo hacen, son el medio para consolidar los abusos de la dirección y para gastar sin control y sin informe de por medio, el dinero que precisamente le escamotean a los padres, que se ven impedidos siquiera de protestar.
¿Pero que se hace con todo ese dinero?, Imagínese Usted.
La Federación Nacional y la Asociación Nacional de Padres de Familia (ANPF) que agrupa a las Asociaciones Estatales, regionales y a las de cada plantel y que según sus directivos está conformada por 19 millones de padres de familia, -aunque la mayoría ni siquiera sepa que pertenece a ella- esta dirigida desde diciembre de 1998 por el hidalguense José Luís Pérez Bautista, persona a la que no se le conoce actividad profesional, pero que seguramente si tiene lucrativa, pues permanentemente se transporta en vehículos de lujo.
¿De que trabaja José Luís Pérez Bautista?, De presidente de los padres de familia desde que su hija estudiaba en el CENDI número 3 en Pachuca, hay testimonio de que ella ya hasta terminó la Universidad.
En el CENDI fue presidente de la mesa directiva de padres de familia, posteriormente formó parte del Consejo Estatal de Padres en Hidalgo, funge como Vicepresidente Estatal y mas tarde es electo Presidente Estatal de la organización, participa como miembro del consejo de la Asociación Nacional, ocupa el cargo de Sexto Vocal, después el de Vicepresidente y actualmente Presidente Nacional.
A pesar de haber arribado al cargo de manera “interina”, se ha mantenido ahí y seguramente querrá seguir toda la vida.
Originario de Pachuca, es conocido en esa ciudad como “El Fanny Pérez”, así lo llamaban cuando se desempeñaba como mediocre jugador en el Club de Futbol Pachuca, cuando el grupo de matalotes “peleaban” cada año por no descender a la segunda división.
Lo corrieron del Pachuca porque el “líder eterno” de los padres de familia, ni siquiera en segunda división pudo destacar, a pesar de que participó en otros equipos como Laguna, Ciudad Victoria, Tamaulipas y Frailes de Ciudad Sahagún, Hidalgo y luego de fracasar como “estrella del futbol” instaló un centro de vicio en un local en los altos del portal Juárez, que él mismo atendía y se dice que aprovechándose del fanatismo del entonces gobernador Adolfo Lugo Verduzco, -otro fracasado del futbol y como gobernante-, logró el apoyo institucional para que se le nombrara presidente de los padres de familia en la entidad y sirviera como comparsa a la SEPH.
Según consta en los archivos periodísticos, su desempeño al frente del organismo nacional, tampoco ha sido muy bien visto, ni ha merecido los mejores aplausos, en noviembre del 2001, dos grupos se disputaban la dirección y los recursos que le proporcionaban la SEP federal, que se calculaban en 7 millones de pesos, acusaban a la asociación de haberse convertido en una dependencia del gobierno, en trampolín político y a su dirigente, de nepotismo y de repartir fondos de manera discrecional.
En marzo del 2001, el grupo de disidentes que se disputaba el membrete de la ANPF lo acusó de querer “eternizarse” en el cargo y de no haber convocado a elecciones cuando se venció su periodo, se creó un organismo paralelo al que llamaron “Asociación Nacional de Padres de Familia para la Calidad de la Educación” conformada con asociaciones de 12 estados de la República, que exigieron se les entregaran los recursos de la SEP, más los que otorgaban a la asociación, las autoridades estatales y en muchos casos las de los municipio.
Entre los inconformes se encontraban los presidentes de asociaciones del estado de México, Cristina Muñoz; de Morelos, Alma Rivera de Murillo; de Tabasco, Petra Serrano de Palmer; de Michoacán, Conrado Equihua; de Puebla, Raúl Ávila Verdín; de Jalisco, Ignacia Chávez; Nuevo León, Bertha Alicia Heredia; de Hidalgo, Áurea González; del Distrito Federal, Francisco Javier Lara, y de Coahuila, Héctor Mario Zapata, lo que generó muchos conflictos, principalmente en suelo hidalguense.
Ignacia Chávez, de la Asociación de Jalisco, denunció el llevar seis meses sin recibir fondos económicos, lo que descubrió un desvío de recursos que nunca se sancionó.
Pero a pesar de la división dentro de la ANPF, José Luís Pérez logró mantenerse al frente del organismo que lejos de representar a los padres de familia, parece ser un método de control y de corporativismo, pues a pesar de que debe ser un organismo apartidista, en sus orígenes estuvo vinculado al Partido Revolucionario Institucional y en la actualidad, es común ver desplegados con el membrete de la asociación apoyando a determinado político, para lo cual es de sospecharse que se “alquila” la firma.
Dichas asociaciones, que en realidad deberían ser llamadas de “vividores de familia”, cuentan también con “recursos propios” de las cuotas que se exigen en cada plantel, pero rara vez llegan a utilizarlos para crear mejoras sustanciales en las escuelas, lo que si nunca ocurre, es que rindan un informe financiero en torno a ellos.
Pero los abusos no pueden, o al menos no deben ser eternos, por lo que ante el próximo fin de cursos, los padres de familia tienen la oportunidad de exigirles cuentas a las respectivas asociaciones de sus escuelas, donde en una gran mayoría sobran vivales, pero faltan resultados.
Dichas asociaciones, representan a los padres de familia, frente a la dirección de cada plantel, ante la SEPH, en congresos de educación, estatales y nacionales y ahí los presidentes a los que rara vez eligen, hablan, establecen y firman acuerdos y cuotas por ello, lo cual no debe ocurrir más.
Sería importante además, que el nuevo gobierno federal busque acabar con el corporativismo que representa la ANPF y propiciar la renovación de su dirigencia, que además de inútil, resulta de vividores.