Deben Investigar las Irregularidades en Partidos

* Gregorio Muciño dispuso de dinero sin autorización oficial y hay severos daños al patrimonio partidista.
* Acusan Consejeros a Luciano Cornejo de opacidad en el manejo de recursos del PRD y falta de dinero.
* En el caso del PAN debe procederse penalmente si así lo ameritan las irregularidades.
* En el anterior periodo de la dirigencia partidista, ya se había denunciado la desaparición de bienes.

La salida de Gregorio Muciño Pérez de la dirigencia provisional del Partido Acción Nacional en Hidalgo, puso al descubierto de la opinión pública una serie de irregularidades en el manejo de los recursos partidistas, que obligan a ese organismo político, así como a los institutos Estatal y Federal Electoral, a realizar una investigación en torno a las acusaciones que han comenzado a relucir.
Al parecer esas irregularidades no son exclusivas del PAN, pues en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), se insiste en que existe una total falta de transparencia y legalidad en el ejercicio de las prerrogativas partidistas y que estas han sido utilizadas en mayor medida para beneficio personal del dirigente Luciano Cornejo Barrera y de su secretario de finanzas Pedro Porras Pérez.
En Acción Nacional, partido donde parecen no conocer ni siquiera el significado de la palabra “unidad”, esta semana se registró un hecho sin precedente, al ordenar el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, al presidente del Comité Ejecutivo Nacional panista que restituyera a Guillermo Bernardo Galland Guerrero en su cargo de dirigente estatal hasta en tanto no se elija a su sucesor o se le ratifique en el cargo.
De inmediato se supo que Gregorio Muciño tendría que dejar la oficina que ocupó y el señor Alejandro Enríquez Villegas, presidente de la Comisión de Orden del partido, aprovechó para anunciar que se le iniciaría un procedimiento a Muciño para investigar en torno al manejo de los recursos, pues tan solo en una semana había hecho uso de más de 28 mil pesos en gastos de representación.
Hablar de 28 mil pesos resultan niñerías cuando alguien se refiere a los partidos políticos, pero adicional a ello se asegura que Muciño Pérez hizo uso de los recursos económicos sin tener facultades para ello, pues su aplicación debe ser aprobada por el Consejo Estatal y este no lo hizo, además de que se utilizaron de manera indebida los recursos materiales y tan solo en tres meses se dañaron seis vehículos propiedad del partido, entre ellos una camioneta de lujo Ford Explorer que fue chocada por un sujeto cuando conducía en estado de ebriedad.
Las irregularidades por las que se investigará a Gregorio Muciño parecen ser muchas, pues se afirma que su personal también aprovechó la situación que vivió el partido el día miércoles 9 de mayo, para agenciarse algunos bienes, como lo son el equipo de cómputo, con el cual se dice arrasaron en un acto que solo podría ser calificado como de robo y a quienes incurren en ello les llaman rateros y como tal se les debe tratar y procesar penalmente.
Al ahora ex-dirigente provisional, se le señala de haber contratado “guaruras” para su protección y para que le sirvieran como grupo de choque, como quedó en evidencia en la Asamblea estatal albiazul, en la que sus protectores organizaron un zafarrancho, en la que se incurrió en muchas anomalías, como fue la presencia de policías municipales del Estado de México, uniformados y portando armas largas, lo que si se analiza con detalle podría constituir también un delito.
Si acaso el hermano del ex-diputado federal panista José Benjamín Muciño incurrió en actos ilícitos en el manejo de los recursos partidistas, al disponer de dinero sin autorización de quien debió otorgarla, saquear el equipo y por daños al patrimonio del partido, no solo debe iniciarse un proceso ante el consejo de Orden, sino darse vista al Ministerio Público para que se le finque responsabilidad penal a quien la tenga, pues el dinero y los bienes de cada instituto político, se adquieren por medio de las prerrogativas que les otorga el Instituto Electoral y que son producto del presupuesto público.
En el mismo sentido debe procederse en el caso del Partido de la Revolución Democrática, pues en su quinto consejo estatal efectuado la mañana del sábado, los consejeros arremetieron duro en contra del presidente del Comité Ejecutivo Estatal, Luciano Cornejo Barrera, al que acusaron de la malversación de los recursos partidistas, de no rendir ningún informe de las finanzas del PRD y mantener un uso discrecional del dinero que se le asigna al partido.
A Luciano, le reprocharon la falta de transparencia y legalidad, en tanto que algunos como el ex-secretario general y ex-dirigente provisional Rene Muñoz Rivero, se quejó por que faltan recursos para los comités municipales perredistas y porque las actas de gastos que elabora la Secretaría de Finanzas, nunca están a disposición de la militancia, por lo que exista falta de transparencia y en cambio, si es evidente el despilfarro del dinero en cuestiones innecesarias, según se afirmó.
No es extraño de lo que se acusa a Luciano Cornejo Barrera y a Pedro Porras Pérez, con quienes desde hace años se ha amafiado para mantener y alternarse algunas posiciones en el PRD, primero se alternaron la presidencia municipal de Tezontepec de Aldama de donde son originarios los dos y posteriormente una diputación local por la vía plurinominal, ahora manejan juntos el dinero del partido y ahí están las consecuencias.
Porras Pérez, el mismo que es mencionado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos como protector de invasores de tierras en la recomendación número 29/2002, también es visto como el posible sucesor de Cornejo Barrera en la dirigencia perredista, hacia la que ya es impulsado por su protector, aunque falta poco más de año y medio para que ocurra la elección.
Cornejo Barrera, es la segunda vez que ocupa la dirigencia partidista y en la anterior ocasión, también fue cuestionado por el indebido manejo que le dio a los recursos del partido, nunca se supo del destino que tuvieron decenas de computadoras que se adquirieron durante su gestión y pos si ello pareciera juego de niños, tampoco se supo en donde quedó una flotilla de vehículos compactos cuya compra él autorizó.
Se afirma que cuando él regresó a la dirigencia, más bien cuando volvió a ella, porque no regresó nada, en mayo del 2005, casi de inmediato se “desaparecieron” dos camionetas marca Ford tipo Ranger pick up color blanco, que la dirigencia nacional le había otorgado al comité estatal para la campaña a gobernador que culminó en febrero de ese año y que tan solo una de ellas le fue otorgada no se sabe a título de qué, a un integrante de una organización que ahora se identifica como Unión de la Fuerza Indígena y Campesina.
Así es como se han utilizado los recursos del PRD durante la gestión de Cornejo Barrera, el que dicen que “siempre ha sido rico”, pero que no pierde una sola oportunidad de hacer negocio, ya sea negociando la ley, una candidatura o hasta la lealtad y, de ser cierto, pues que de extraño tendría lo que ahora dicen de la administración de los recursos, cuyas sospechas, fueron ventiladas por los propios consejeros en su reunión estatal.
Así las cosas, tanto Gregorio Muciño Pérez como Luciano Cornejo Barrera, tienen mucho que explicar a panistas y perredistas en torno a las finanzas de ambos partidos políticos, pero también las autoridades judiciales tienen mucho que conocer, si es que las irregularidades llegan a tanto como para iniciarles algún proceso penal, que al menos en el caso de Muciño es obligado, claro, si es que no le tiembla la mano a Guillermo Galland Guerrero para ejercer sus facultades con todo rigor.