martes, mayo 08, 2007

Reforma Electoral sin Avances Democráticos

* Las plurinominales en el 2005, un despojo.
* Con o sin perredistas y panistas, le reforma electoral se aprobará.
* Ignoraron en la conformación de la iniciativa al Tribunal, a la Subprocuraduría y el Instituto Electoral.
* Habrá un diputado más en la LX Legislatura en la que una vez más se prevé sobre-representación.


Cuando faltan solo unos días para que se cumpla el plazo en el que se debe publicar en el Periódico Oficial del Estado, cualquier decreto o modificación a la ley electoral, si es que se quiere que entre en vigor para el proceso de febrero del 2008, la pretendida reforma se encuentra entrampada en el Congreso del Estado, pues los diputados locales no logran ponerse de acuerdo en su aprobación o rechazo.
Hace seis años cuando el actual Secretario de Gobierno José Francisco Olvera Ruiz se desempeñaba como Coordinador General Jurídico del Gobierno del Estado, ocurrió más o menos lo mismo, se aprobaron reformas a la Ley Electoral ya sobre el tiempo y para que pudieran entrar en vigor en el proceso para elegir diputados al Congreso del Estado, se encontró como fórmula el hacer trampa con el Periódico Oficial del Estado, publicando el decreto ya fuera del plazo previsto, pero con fecha anterior.
En aquella ocasión los diputados a la LVII Legislatura sesionaron el 9 de mayo con la ausencia de 11 legisladores de oposición que no acudieron al pleno para no legitimar lo que llamaron “una marranada”, por lo que la reforma se aprobó con la presencia de 18 representantes populares, 16 del PRI y del PRD votaron a favor, mientras que 2 del PAN, Bernardino Padilla Sánchez y Gabriel Medina Rodríguez, quienes a pesar de haber votado en contra, asistieron al salón de sesiones y con ello completaron el quórum para que los acuerdos fueran válidos, por lo que se afirmó que les dieron una lana para que no faltaran.
Se ausentaron cinco diputados del PAN, cinco del Frente Democrático Hidalguense y uno del Partido del Trabajo, quienes se oponían a que el número de legisladores plurinominales pasara a ser de once a doce y que se elevara el porcentaje para la asignación de curules por el principio de mayoría relativa, porque aseguraban que existía el riesgo de una sobre-representación.
Un sexenio después, existe en el Congreso del Estado la sobre-representación de la que habían advertido, de 29 diputados que integran la LIX Legislatura, 24 son de la Coalición PRI-PVEM y solo hay cinco de oposición y eso entre comillas, porque de los dos panistas, una está para lo que le ordene el propietario de la diputación, pues ella es suplente y tiene la curul prestada y seguro habrá de votar en el mismo sentido que los priistas, lo mismo que una del PRD.
La nueva reforma incluye el pasar de 29 a 30 diputados para la próxima legislatura, es decir elevar de 11 a 12 las diputaciones plurinominales, lo que hace seis años se rechazó y también eleva el porcentaje que el artículo 248 fracción I contempla para garantizar la gobernabilidad en el Congreso.
Los diputados de los partidos Revolucionario Institucional y el Verde Ecologista de México no necesitan de nadie para aprobar la reforma, juntos tienen la mayoría de votos y la llamada mayoría calificada, ni siquiera corren el riesgo como hace seis años de que no hubiera quórum porque son ellos solitos se bastan, por lo que aquello que griten el perredista Juan Ortiz Simón por órdenes de su jefe Isidro Pedraza y lo que alegue la panista Irma Beatriz Chávez si se lo exige Raymundo Bautista Pichardo a de tener a los PRI-PVEM sin cuidado.
Finalmente priistas y verdes se habrán de salir con la suya y aprobarán lo que ellos quieran, pero desde antes de su aprobación, la reforma resulta cuestionada porque deja entrever que el consenso entre los dirigentes de los ocho partidos políticos con registro, que elaboraron conjuntamente la iniciativa y la entregaron al titular del Ejecutivo Miguel Osorio el 10 de abril, solo fue una farsa y que el romance entre los distintos institutos solo duró unos días.
Y es que los perredistas acusaron que la propuesta de reforma fue objeto de “mano negra”, es decir que al ser enviada al Congreso se modificó lo que antes habían acordado, según dijo Luciano Cornejo Barrera, presidente del Comité Directivo Estatal del PRD, cuya palabra queda en duda, no porque no se le crea que cambiaron la iniciativa, sino porque es sabido que antes como ahora está a las órdenes del gobierno y él trata de aparentar que defiende lo que ya casi es un hecho consumado, pues los amarillo solo tienen dos de 29 diputados y no les alcanzan los votos para impedir su aprobación.
El congreso está dominado por los priistas que tienen 24 curules, pues en febrero de 2005 lograron la sobre-representación mediante la asignación de las plurinominales y ni Luciano ni ningún otro hicieron algo por evitar ese despojo.
Se cuestiona también la iniciativa, porque tratándose de un supuesto ejercicio democrático, se ignoró por completo a las diferentes organizaciones políticas y no se tomó en cuenta para nada al Tribunal Electoral del Poder Judicial del Estado de Hidalgo, ni al Instituto Estatal Electoral, órganos que tienen una responsabilidad más que importante en los comicios y a los que les toca aplicar la Ley Electoral, en cuya elaboración, insisto, ni siquiera su opinión le pidieron a los que se dice son los especialistas en el tema.
La Reforma Electoral que se aprobará, llega con esa y otras deficiencias, porque tampoco se consideró en su integración a la Subprocuraduría de Asuntos Electorales, cuya actuación siempre ha sido inútil y, aunque dicho organismo no sirve para nada más que para hacer el ridículo, esta era la oportunidad de dotarla de nuevas facultades que no se le dieron para que todo siga igual.
Es una reforma para no cambiar, porque los cientos de ideas que manifestaron las dirigencias de los partidos para regular precampañas y tipificar como delitos nuevas conductas que se registran en el desarrollo de los procesos electorales, no pasaron de ser buenas intenciones de normar lo que se sabe que se hace mal, pero que tanto al partido oficial como a los dirigentes de oposición les conviene, aunque a estos últimos solo económicamente.
Pero a pesar de no haber sido tomados en cuenta siendo que ellos serán los responsables de aplicar la ley, organizando, calificando y sancionando los procesos electorales, ni los Consejeros dizque “Ciudadanos” del Instituto Estatal Electoral, ni los magistrados del Tribunal Electoral del Estado o el Subprocurador Electoral, han tenido la iniciativa de emitir una opinión a través de los medios de comunicación, ni a favor ni en contra, lo que demuestra que al menos en el caso del IEE-Hidalgo, están completamente sometidos a lo que disponga el Ejecutivo.
Resulta entonces que lo que no se concretó hace seis años se viene a consolidar ahora, incrementando el número de diputados plurinominales, aunque estos hagan papeles tan lamentables como los actuales y, de acuerdo al porcentaje de asignación que se negocia, todo indica que ese legislador del más, también será para el PRI y quienes sean sus aliados en el próximo proceso electoral.
Faltan solo horas para que se concrete dicha reforma y una vez que se publique en el Periódico Oficial del Estado se habrán cumplido los requisitos para que entre en vigor, con y sin los perredistas, con y sin los panistas, que solo le hacen al cuento para fingir “democracia” en la votación que habrá de realizarse en el congreso y que de antemano la tienen perdida, al meno$ claro e$ta, que $e alinien con la mayoría y rectifiquen $u po$ición.

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