lunes, marzo 26, 2007

"Se agitan las aguas" previo al Informe

* Bloqueos carreteros en serie parecen asuntos orquestados.
* Grupos de oposición buscan la desestabilización del estado.
* En Acayutlán manos legisladoras encienden la mecha.
* La Secretaría de Gobierno niega la realidad.

Cuando el Secretario de Gobierno José Francisco Olvera Ruiz afirma que el Estado de Hidalgo vive en absoluta tranquilidad, parece haber quien tiene interés en llevarle la contraria y desmentirlo en su afirmación, porque como si se tratara de algo orquestado, en los últimos días han vuelto a resurgir en la entidad, conflictos que parecían estar resueltos y surgen problemas que no se tenían contemplados en la agenda oficial.
El asunto cobra relevante importancia, porque el próximo 1º de abril el gobernador del estado Miguel Ángel Osorio Chong, acudirá a la sede del Poder Legislativo para presentar ante el pleno del Congreso Local, el segundo informe de gobierno de su administración, lo que para los grupos a los que les gusta armar borlote, parece ser el momento propicio para hacer ruido y tratar de empañar la comparecencia del mandatario.
Para los analistas políticos no es casual el hecho de que en las últimas dos semanas se hayan registrado bloqueos carreteros en diversos puntos de la entidad, principalmente en la región del Valle del Mezquital, donde tiene una relevante influencia el Partido de la Revolución Democrática, que queramos o no, algo tiene que ver en el intento de desestabilización que se vive en los días previos al informe, tal como ha ocurrido en otras ocasiones.
Para nadie pasó desapercibido que los dos bloqueos en la carretera México-Laredo, la Pachuca-Actopan, Pachuca-Sahagún, en La Providencia, municipio de Mineral de la Reforma y en la colonia Dendhó perteneciente a Atitalaquia, se dieron en solo dos semanas y paralelamente volvieron a darse problemitas, como lo es la presencia de manifestantes de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) en la alcaldía pachuqueña para exigir obras, y conflictos graves como el que resurgió en Acayutlán, en Tezontepec de Aldama.
La serie se inició en la comunidad de Dios Padre en el municipio de Ixmiquilpan enclavado en el Valle del Mezquital, donde un grupo de campesinos decidió bloquear la carretera México-Laredo sin importar que tanto pudieran afectar a miles de viajeros, paseantes y transportistas, solo para protestar por irregularidades en la elección de las autoridades comunales y exigir la intervención gubernamental en la solución de añejos conflictos por la tenencia de la tierra en ese lugar.
La intensión de los manifestantes fue clara, más porque aprovecharon la ocasión para exhibir mantas y pancartas en las que responsabilizaban al Gobierno del Estado por la falta de solución a sus problemas, cuando, sin el ánimo de tratar de exculparlos, lo relativo a la tenencia de la tierra es responsabilidad de la Procuraduría Agraria, la Secretaría de la Reforma Agraria y el Registro Agrario Nacional, entre otros organismos que son de la administración federal y ellos lo saben.
Pero en fin, días después los comuneros de El Jiadhi que pertenece a Actopan, bloquearon el mismo camino acusando a la diputada priista Adelfa Zúñiga Fuentes, de haber metido la mano en la elección del delegado municipal para imponer a uno de sus incondicionales, lo cual no es raro, pues desde que se desempeñó como presidenta municipal de El Arenal y ahora que es legisladora y su conyugue alcalde de Actopan, se les reconoce que son algo así como caciques de la región y que a toda costa tratan de salirse con la suya y mantener el control absoluto en ambos pueblos, así pasen por encima de la voluntad de la gente.
En el municipio de Atitalaquia, alrededor de 15 habitantes encabezados por el delegado de la colonia Dendhó, Leonardo Obregón Cerón, realizaron un bloqueo para evitar que la constructora CILSA, S.A., encargada de la obra del Arco Norte, acusando al intendente de la empresa Jorge Reyes Ayala, de ser el responsable de que el riego de las obras y de la calle Venustiano Carranza se realice no con agua limpia sino con aguas negras, lo que según los manifestantes pone en grave riesgo su salud y viola los acuerdos pactados con la comunidad.
La autopista México-Pachuca y la carretera Pachuca-Ciudad Sahagún fue cerrada por habitantes de la comunidad de Téllez perteneciente a Zempoala, cuyos accesos también terminaron bloqueados, según ellos por la inconformidad que les genera el hecho de que un camino de tránsito local se encuentre en pésimas condiciones y desde hace seis años no se les haga caso para arreglarlo y construir un acotamiento que les dé seguridad a quienes caminan junto a él, por lo que decidieron manifestarse de esa manera cuando no la habían hecho en dos trienios.
Otros que se manifestaron fueron colonos de La Providencia en Mineral de la Reforma, hartos de la manera arbitraria y loca con la que se conducen los choferes de camiones urbanos, les cerraron el paso y les impidieron a los choferes salir a trabajar hasta que se firmara un acuerdo con el Instituto Estatal del Transporte en el que se estableciera el compromiso de que los cafres esos se conduzcan con algo que no conocen ni de lejos, que es la decencia y la prudencia.
Eso en lo que respecta a los bloqueos, pero los interesados en desestabilizar al estado y aguarle la fiesta al gobernador, volvieron a prender la mecha en la comunidad de Acayutlán en Tezontepec de Aldama, donde desde 1939 se vive un conflicto por la propiedad de 200 hectáreas de terreno cultivable, problema que también debe ser atendido por las autoridades federales pero no lo han hecho por lo que solo se le han dado soluciones parciales, pero no se le pone punto final.
Este es quizás el conflicto más grave de los que han resurgido, porque hace poco más de dos años en Santiago Acayutlán se registró un enfrentamiento entre los dos grupos que se disputan la tierra, dejando un saldo de 5 personas muertas y ocho heridas, además de daños materiales en viviendas y vehículos, todo ello en días previos a la elección constitucional de gobernador y diputados al Congreso del Estado, por lo que al proceso electoral lo empañó el fantasma de la violencia.
En aquel entonces uno de los grupos se identificaba con los “líderes” del comité nacional de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), los hermanos Álvaro y Martha López Ríos, cuyo bando sufrió cuatro decesos, mientras que la parte opositora, se identificaba con la UNTA-estatal, comandada por Isidro Pedraza Chávez, que solo tuvo una baja, pero entre cuyos miembros se encuentra el presunto responsable de los homicidios, el cual se mantiene prófugo, aunque algunos dicen que en realidad goza de impunidad.
La situación en Acayutlán ha cambiad, porque el entonces líder de la UNTA estatal Isidro Pedraza, ya no pertenece a esta pues fue desconocido como tal y formó su propia organización, la Unión de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC) y por regalo de su partido el PRD se convirtió en diputado federal por la vía plurinominal, lo que lo convierte en un dirigente con fuero e impunidad y ello es un riesgo para la estabilidad en la comunidad en la que se afirma que también tiene metida la mano el diputado local Juan Ortiz Simón, igual perredista y seguidor de Pedraza Chávez.
Todas estas situaciones se presentaron en solo dos semanas y existen sospechas para creer que son orquestadas por grupos opositores al gobierno del estado, el cual por su indolencia al no contribuir a resolver los problemas, abona la tierra, pero con abono propicio para el conflicto y la inestabilidad.
Nada extraño sería que como ocurre cada año, resurjan también las protestas de organizaciones como la UNTA, Antorcha Campesina o de los porros de lo que queda de El Mexe y que estallen pequeños conflictos en la Sierra y la Huasteca que extrañamente se mantiene en orden.
Esperemos que no sea así, pero si algo ocurre, lo peor que puede hacer la Secretaría de Gobierno, es tratar de ocultar la realidad diciendo que todo esta bien y muy bonito, porque para solucionar los problemas, primero hay que reconocer que estos existen.

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