Priistas, por la Unidad o Fractura

* Preferencia electorales a favor de Paredes-Murillo según Mitofsky.
* Oliva-Montes, Garate-Olguín y Martínez-Lara, nada que ofrecer.
* Jacksón-Ruiz con el 13% de intención del voto de los consejeros.
* Quien pierda el proceso debe reconocer su derrota si quieren evitar más fracturas en el PRI.

El próximo 18 de febrero, alrededor de 20 mil consejeros políticos de todo el país, participarán en el Consejo Político Nacional en el que el Partido Revolucionario Institucional, elegirá a la que será su dirigencia por los siguientes cuatro años, en los que el PRI habrá de confirmar si después de dos derrotas en la elección presidencial y de haber caído al tercer lugar en las preferencias electorales, ha aprendido la lección o si está decidido a seguir viviendo en la antidemocracia y la imposición.
Cinco son las fórmulas registradas en la búsqueda de la presidencia y la secretaría general del PRI, la última vez que el PRI se abrió a un proceso electoral interno para elegir a su dirigencia, Roberto Madrazo Pintado y Elba Esther Gordillo Morales obtuvieron el triunfo de manera contundente y años después se confirmaría la falsedad de aquella supuesta unidad, pues la segunda se convirtió en la principal enemiga de Madrazo cuando este logró adjudicarse la candidatura presidencial y fue precisamente su traición, lo que llevó al priismo hasta el 3er lugar en las elecciones.
Pero ahora será distinto dicen los priistas, pues las cinco fórmulas han firmado lo que llaman el “Pacto de Civilidad y Compromiso Político”, en el que los 10 contendientes manifestaron su respeto a los estatutos del PRI, a la decisión que tome el Consejo Político en la Asamblea Nacional del 18 de febrero, plasmaron su decisión de mantener la unidad a costa de los intereses personales y, aunque no lo expresaron de esa manera, mostraron su rechazo a la “guerra sucia”.
El pacto fue firmado por Alejandro Garate Uruchurtu y Amelia Olguín Vargas; Javier Ulises Oliva Posada y Ana Lucía Montes Vázquez; Sergio Martínez-Chavarría Galindo y Artemisa Lara Orozco; Beatriz Paredes Rangel y Jesús Murillo Karam, así como por Enrique Jacksón Ramírez y Sara Latife Ruiz Chávez, que son los aspirantes a suceder a Mariano Palacios Alcocer y a Rosario Green Macías en la presidencia y la secretaría general, respectivamente.
Pero la “guerra sucia” no podía quedarse atrás en la contienda interna priista, porque los priistas han demostrado en infinidad de ocasiones que no saben jugar limpio, como tampoco los panistas y perredistas, mucho menos los “trapecistas” de los partidos “satélite”; Y como muestra de su escaso decoro político, alguno de sus oponentes filtró a los medios de comunicación, la relación de Sara Latife, su compañera de Enrique Jacksón, con un negocio de “table dance” en Cozumel, Quintana Roo, en el que ella fungió como propietaria, aunque ahora ha dicho que ella fue dueña de un piano bar que era el negocio familiar, el cual dice habérselo pasado a su papá y es de suponerse que este fue el que le puso el tubo.
Cierta o falsa la versión del table dance, el asunto no es relevante, pero si es ilustrativo de que los priistas la siguen jugando a la antigua, utilizando el ataque y la descalificación como arma, cuando lo que deberían mostrar ante el priismo y sus consejeros son sus proyectos y trayectorias, claro, los que tengan, porque algunos a pesar de afirmar que llevan muchos años afiliados al PRI, para la militancia siguen siendo desconocidos y no tienen el tamaño para alcanzar lo que aspiran, de ahí que se les vea solo como oportunistas.
Esta semana la empresa Consulta Mitofsky dio a conocer los resultados de un sondeo entre consejeros políticos del PRI para conocer la tendencia electoral y del 100 por ciento, el 9% rechazó la entrevista, a 43% no se le pudo localizar; 30.9% dijo estar seguro de que votará por Beatriz Paredes; El 12.9% por Enrique Jacksón; 0.6% por Sergio Martínez; 0.2% por Javier Oliva y otro 0.2% por Alejandro Garate.
Lo anterior pone en cierta duda la seriedad de la empresa consultora que en sus resultados toma en cuenta aun a aquellos con los que ni siquiera habló, pero confirma la escasa presencia y todavía menor aceptación de Javier Oliva que fuera ex-secretario particular de Roberto Madrazo y que va acompañado por Ana Lucía Montés Vázquez; De Alejandro Garate ex-subsecretario de Operación Política y secretario adjunto a la Presidencia y cuya fórmula complementa la hidalguense Amelia Olguín Vargas, que fuera diputada local y federal, precandidata a senadora y precandidata al gobierno del estado, pero porque se inscribió en el proceso para ver si agarraba aunque fuera un resfriado, porque nadie la concedía ni la mínima posibilidad de ser candidata y los vaticinios de su fracaso se cumplieron.
Destaca el caso de Sergio Martínez-Chavarría al que acompaña Artemisa Lara Orozco y no porque tenga con qué competir, pues lo más que ha sido es secretario adjunto a la presidencia, sino porque fue vocero y asesor del Comité Ejecutivo Nacional en las campañas presidenciales de Francisco Labastida y de Roberto Madrazo en el 2000 y 2006 y como si no tuviera culpa alguna, se deslindó de las derrotas con la frase de “Yo no contendí” yo no fui el perdedor, que solo denota cinismo, como en el caso de Javier Oliva, que dijo que no declinará por Jacksón ni por Paredes, pues no es una cuestión de apellidos, sino de proyectos, es decir, busca chamba el señor y se sumará a cualquiera de los dos que le dé trabajo.
La batalla priista se centra entonces entre las fórmulas de Beatriz Paredes y Enrique Jacksón.
La primera, ex-gobernadora de Tlaxcala, diputada local, dirigente de la Confederación Nacional Campesina; diputada federal en tres ocasiones, senadora de la República, presidenta de la Fundación Colosio y candidata a la dirigencia nacional del PRI y al gobierno del Distrito Federal; fue presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados las tres veces y del senado también.
Su compañero de fórmula Jesús Murillo Karam, acumula en su historia curricular el haber sido gobernador de Hidalgo, diputado federal dos veces, senador por segunda ocasión, la primera por mayoría y esta vez por primera minoría, así como secretario general del partido por un breve lapso; es actualmente presidente de la Comisión de Gobernación en Xicotencatl, a donde regresará a ocupar su escaño, pues si es compatible con la secretaría general.
Jacksón Ramírez no cuenta con el respaldo de un amplio currículo, pero fue presidente del PRI en el Distrito Federal, donde también se desempeñó como director del Sistema de Transporte RUTA100, presidente de la Fundación Colosio y senador de la República, presidiendo el Senado, además de precandidato a la presidencia como propuesta del Tucom, nunca ha ganado una elección a nada.
Sara Latife Ruiz Chávez, tiene 30 años y actualmente es diputada federal y ganó la elección, ha sido consejera nacional, estatal y municipal; secretaria de Planeación y Desarrollo Regional del gobierno de Quintana Roo, subsecretaria de Promoción Económica y Oficial Mayor en el Ayuntamiento de Cozumel.
Entre estas dos fórmulas está la ganadora, pues las otras tres propuestas al parecer ya dieron lo que tenían que dar y el 0.8 por ciento de las preferencias electorales que se reparten entre Javier Oliva, Sergio Martínez y Alejandro Garate no les alcanzará para nada.
Si hacemos caso a las cifras que difunde Consulta Mitofsky, la elección interna del PRI ya está decidida y el nuevo Comité Ejecutivo Nacional lo encabezarán Beatriz Paredes y Jesús Murillo, ahora solo falta saber si sus oponentes tendrán la madurez política de aceptar su derrota o si tratarán de justificarse argumentando “fraude”, buscando que mediante la imposición y negociación se les otorgue un “hueso”.