lunes, enero 29, 2007

Ahuyentan al turismo y dañan al comercio

*Medida antipopular la colocación de parquímetros.
* Miente el IMIP al afirmar que toda la sociedad apoya el cobro de estacionamiento en la vía pública.
* El sector comercial propone medidas mucho más viables.
* Persiste la corrupción en la SSPyPC de Pachuca denuncian subordinados.


Cuando el comercio tradicional de Pachuca requiere mayores apoyos ante la incapacidad económica para competir con las grandes cadenas comerciales y cuando el problema vial es cada vez más complejo en la capital hidalguense, en la que una de las complicaciones más severas es la falta de estacionamiento, los regidores priistas y perredistas, han tenido la ocurrencia de establecer una nueva medida, que no solo dañará más a los comerciantes, sino que además contribuirá en gran medida a ahuyentar al poco turismo que recibe esa ciudad.
Por idea inicial de los regidores Carlos Garrido y Oscar Monzalvo, se puso a consideración de la Asamblea Municipal, la posibilidad de instalar parquímetros en el primer cuadro de la ciudad y de esa manera contribuir a la atracción de mayores recursos económicos para el Ayuntamiento, aunque de ninguna manera se ha dicho de que manera aportarían los aparatos a solucionar el problema vial y de estacionamiento.
Según las autoridades, los parquímetros serían un instrumento muy útil para el control vehícular, si, seguramente que así lo es, aunque queda claro que lo único que podrían controlar es el alquiler de las áreas de aparcamiento en la vía pública, y el único beneficiario de ello sería el Ayuntamiento Pachuqueño.
Conscientes del daño que la instalación de parquímetros representaría para comerciantes y prestadores de servicios, la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) a través de sus dirigentes, advirtió que dicha organización de ninguna manera avalará esa disposición y que todos los afiliados, podrían oponerse e instrumentar medidas de protesta, para evitar que la Presidencia Municipal consume ese proyecto, cuyos perjuicios serían incalculables.
La CANACO que ya expresó su rechazo a los parquímetros, propuso que en vez de colocar dichos aparatos en la vía pública, la presidencia municipal instrumente un programa para ampliar el número de cajones de estacionamiento y que se busque establecer convenios para que en el centro de la ciudad se aproveche el estacionamiento ubicado en el sótano del reloj monumental, el cual se encuentra a cargo del patronato estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), cuyo director Jesús Antón de la Concha, ha sido incapaz de idea una utilidad para este y en cambio si ha truncado proyectos viables.
En respuesta la alcaldía de Pachuca ha recurrido a la farsa, al afirmar falsamente, que el Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), ha efectuado una serie de encuestas, en las que la sociedad en su gran mayoría se ha expresado a favor de la colocación de los parquímetros, lo cual resulta bastante falso y hasta cierto punto ridículo, porque según el organismo los ciudadanos, en una actitud ilógica, están de acuerdo en que se les cobre por estacionarse en la calle.
Hasta el momento no se ha dado a conocer cuantas encuestas ha realizado el IMIP y mucho menos a quien, pero si se ha revelado, la posibilidad de que por medio de los parquímetros se cobre a quien use la vía pública para estacionarse, alrededor de siete pesos la hora, cantidad sumamente elevada, que lo único que demuestra es la intención de ganar dinero y no de resolver el problema que afecta a toda la ciudadanía.
Si tal cantidad parece arbitraria y abusiva, lo es más si se compara con los 2 ó 3 pesos que se cobra en los estacionamientos de los grandes centros comerciales por estacionarse dos (2) horas, lo cual representará nuevos motivos para que los consumidores, prefieran alejarse del comercio tradicional y del centro de la ciudad, con el consecuente cierra de locales y pérdida de empleos que parece no al Ayuntamiento.
Por si fuera poco, la presidencia municipal de Pachuca, ha intensificado en las últimas semanas la infracción a cientos de vehículos en de la ciudad y si es posible el arrastre con grúa, con el objetivo de recabar mayores ingresos para el Ayuntamiento, argumentando que el tiempo permitido para estacionarse es máximo de dos horas, aunque la realidad es que cualquier pretexto es bueno para lograr el número mínimo de infracciones que exigen el secretario y el director de tránsito.
Y si a la voracidad de la Secretaría de Seguridad Pública municipal le agregamos el asunto de los parquímetros, entonces llegará el momento en el que ya nadie pueda acudir al centro de Pachuca y mucho menos estacionarse, porque tendrá que pagar una elevada cantidad por utilizar la vía pública o ceder a las conductas corruptas que persisten en la corporación de la SSPyPC que denuncian los subordinados.
Según lo ha informado la propia presidencia municipal, el asunto de los parquímetros no ha sido resuelto en definitiva, debido a que las diferentes fracciones edilicias representadas en el Cabildo no han terminado de ponerse de acuerdo en torno a la viabilidad de la propuesta o no, por lo que el consenso no se ha dado entre los regidores que consideran que le idea es buena por los ingresos económicos que representa y los que se oponen porque creen que es una medida antipopular y que atenta contra la economía de todos los ciudadanos.
Para convencerse de la inviabilidad de instalar parquímetros, basta con analizar un ejemplo que tienen cerca los pachuqueños en el municipio de Tula de Allende, donde la administración anterior decidió colocar los aparatos y ello generó también una hola de protestas por parte de comerciantes, prestadores de servicio y hasta partidos políticos, que advirtieron que la disposición no serviría de nada y tuvieron razón.
Los parquímetros ni siquiera representan un buen ingreso para el erario municipal, porque por administrar y otorgar mantenimiento a los aparatos, la empresa responsable de ellos, recibe casi el 70 por ciento de los ingresos recaudados y para el municipio se canaliza solo una pequeña parte, que en nada se compara con el perjuicio que se causa al comercio y público en general que por diversas razones tiene que estacionarse en la zona.
Pachuca no sería la excepción, pues al contrario de lo que asegura el Instituto Municipal de Investigación y Planeación, si se realizara un sondeo serio entre la población, se darían cuenta de que miles de personas no están de acuerdo en pagar hasta siete pesos de una hora de parquímetro, si solo van a utilizar una minutos para adquirir un medicamento, o cualquier producto cuya compra no requiere de mucho tiempo.
Además según quiera verse como ventaja o desventaja, los parquímetros carecen de mecanismos exactos de control para conocer cuanto dinero ingreso, por lo que la recaudación de lo que se pague de estacionamiento estaría sujeto a la buena fe, de la empresa que entregue cuentas y podría ser objeto de diversos actos de desvío de recursos o incluso el robo de los mismos.
El regidor Óscar Monzalvo, Coordinador de la Comisión de Policía Preventiva, Tránsito y Vialidad, en el Ayuntamiento, es uno de los principales impulsores de esta “idea genial” y habría que investigar porqué, ya que en caso de que se aprobara dicha medida, el servicio tendría que ser concesionado a una empresa mediante licitación pública y con absoluta transparencia, para evitar que se presenten sospechas de corrupción o de que se trata de favorecer alguna firma en especial ya sea por cuestiones políticas o económicas.
Lo mejor sería que se retome la idea de la CANACO para otorgar descuentos en los estacionamientos o que el de El Reloj sea gratuito. Hay que escuchar también a la Canacope y del mismo modo a los vecinos, visitantes y prestadores de servicios, porque así se daña al comercio y se ahuyenta al turismo.

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