Obras Públicas: Negligencia es corrupción

* Obras sin calidad ni planeación evidencian incapacidad y derroche de recursos.
* Negligencia causa muerte de un obrero en el Río de las Avenidas.
* Caos vial, molestia ciudadana y atraso en los trabajos genera Obras Públicas.

* “Todo está previsto” dice Paula Hernández.

Retrasos en su entrega, fallas en la estructura, mala calidad de los materiales, errores en la proyección y ejecución de los trabajos, derroche de recursos, nula planeación y falta de medidas de seguridad para los trabajadores, son algunas de las características que distinguen a las obras públicas que realiza el Gobierno del Estado.
A penas la noche del martes 6 de febrero un hecho muy lamentable vino a confirmar lo que los medios de comunicación habían advertido con anterioridad, que además de todos esos defectos, había negligencia por parte de la Secretaría de Obras Públicas, Ecología, Transportes y Asentamientos cuya titular es Paula Hernández Olmos, una ingeniera egresada del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, campus Monterrey, institución educativa cuyo prestigio existen motivos para ponerlo en duda, al menos en este caso.
Ese martes como consecuencia de la falta de medidas de seguridad y equipo de protección para los trabajadores que laboran en las obras de remodelación del Río de las Avenidas, el obrero Marco Antonio Islas Rangel que laboraba para la Comisión de Agua, Alcantarillado y Sistemas Intermunicipales, CAASIM, murió aplastado por toneladas de piedra y lodo, durante la ejecución de la que se dice será la más importante obra del sexenio y que seguramente será recordada por los pachuqueños, como la más molesta y desordenada.
De origen humilde, habitante del barrio Españita, comunidad de Tornacuxtla en San Agustín Tlaxiaca, el obrero dejó en el desamparo a una familia, integrada por su ahora viuda Sandra Antonio Pérez y sus hijos de 4 y 2 años de edad, Luís Antonio e Itan Alexandro, quienes a causa de la inseguridad en que trabajaba su padre, ahora padecerán una vida de carencias y un futuro por demás incierto.
La obra en la que perdió la vida Marco Antonio Islas, está proyectada para realizarse en un tiempo cercano a los cuatro años y se destinarán a ella 840 millones de pesos, constituyendo una importante vialidad de salida hacia el sur en el futuro.
Pero mientras se concreta, ha exhibido la falta de planeación por parte de la secretaría, pues ha sido motivo de infinidad de comentarios y críticas debido a la deficiencia de sus trabajos, pues tan solo en su primer etapa, poco antes de que se inaugurara, se denunció que presentaba cuarteaduras y en cuanto el gobernador Osorio Chong la “entregó” a los pachuqueños, de inmediato se tuvo que demoler una parte, que si se hubieran esperado un poco se cae sola.
Sobresale también el derroche de recursos, porque no se puede calificar de otra manera el hecho de que se “termine” una obra y después se tenga que derruir o que se construya una barda y luego la retiren, que se instalen topes y después los quiten o que en la marcha se la pasen realizando modificaciones al proyecto original.
A esa ausencia de capacidad demostrada por la Secretaría de Obras Públicas, se suma la evidente falta de planeación, porque la dependencia todavía no termina unas obras cuando ya está iniciando otras y aunque el área aparenta trabajar mucho, lo cierto es que ello es una enorme molestia para la población, pues la constante apertura y cierre de calles, muchas veces sin motivo, ha sido la causa para que Pachuca padezca un inmenso caos vial en diversos sectores.
Es a todas luces visible, que ni siquiera los agentes de vialidad saben como resolver el desorden que genera Obras Públicas, pues el personal subordinado a Paula Hernández abre y cierra importantes vialidades como los bulevares Everardo Márquez o Rojo Gómez, mantiene cerrado un tramo del Río de las Avenidas y sin ninguna utilidad, parte de la primera etapa que dijo haber terminado.
Lo peor es que a la negligencia de Obras Públicas, se suma la ineficacia de su Coordinadora de Comunicación Social, Nadia Ruiz Pazarán, pues es a esa área la que corresponde, dar previo aviso a la ciudadanía a través de los medios de comunicación, de cuales serán los tramos y calles que se cerrarán por las obras y en qué horarios se efectuarán los trabajos para que cada quien tome sus precauciones, pero la funcionaria que para desprestigio de esa institución es egresada de una escuela llamada Cenhies, ajena a su responsabilidad, ha omitido todo comunicado al respecto, contribuyendo con mucho a acrecentar el desorden vial.
La negligencia de obras públicas y la falta de calidad en sus trabajos, ha quedado evidenciada en muchas obras más, como lo fue la construcción del distribuidor vial El Tephé, en el que invirtiendo 22 millones 400 mil pesos, se edificó un puente vehicular en el entronque de la carretera México-Laredo con el camino que conduce a los municipios de Chilcuautla y Progreso y que planeado para una afluencia de 6 mil 600 vehículos diarios, se tuvo que derruir.
Cuando Paula Hernández supervisó el proyecto, dijo que el gobierno tenía el compromiso de brindar obras de calidad y de impacto social y que esta obra que calificó de “moderna, funcional y rápida para llegar a destinos importantes como la Ciudad de México, Querétaro y San Luís Potosí” ordenaría el tránsito local e itinerante que se registra sobre la carretera de cuatro carriles Pachuca-Ixmiquilpan, pero no contaba con que antes de su inauguración, se asentarían algunos de sus muros y se tendría que derruir.
Antes de su entrega, los medios de comunicación advirtieron que la obra estaba defectuosa y Paula Hernández reconoció que los trabajos realizados por Grupo Constructor Tulancingo y Colinas del Buen, si estaban mal en su cimentación y que los defectos serían corregidas y no tendría que ser demolida, lo que finalmente si se hizo, causando retrasos en el proyecto y la pérdida de más de 22 millones de pesos.
En Pachuca también correspondió a Obras Públicas la construcción del bulevar Las Torres, peligroso, oscuro y sin señalización, que a los pocos días de inaugurado ya presentaba baches debido a la deficiente calidad de los materiales empleados.
Algo así ocurrió a decir de la exdirectora general de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Xóchitl Gálvez Ruiz, con una carretera que se construyó en Huejutla y que sería inaugurada el año pasado por el presidente Vicente Fox Quesada. “Esta carretera se construyó en dos etapas con aportación del gobierno federal y estatal, cuando quise traer al presidente a supervisarla, la primera parte ya tenia agujeros”, dijo la exfuncionaria a un diario local, agregando que “La calidad de las obras que se realizan en estado de Hidalgo dejan mucho que desear a pesar de que se hacen tantos anuncios prometiendo beneficios a largo plazo”.
Pero no solo eso, los trabajos de edificación de un puente vehicular en el cruce de los bulevares Colosio y Nuevo Hidalgo, registraron un retraso de meses que la secretaria Paula Hernández atribuyó a que “los elementos prefabricados, que se colaron en Tizayuca, se retrasaron por las lluvias”, pero en cambio no pudo justificar la pésima calidad en la construcción de la carretera que une a los pueblos de Juárez-Hidalgo y Tlahuiltepa, cuya obra fue tan mala y presentaba tantos defectos, que las autoridades municipales se negaron a su recepción.
Aun así la secretaria Paula Hernández insiste en que no se trata de derroche de recursos ni es muestra de obras de mala calidad, que todo está previsto en el expediente técnico y que aún los contratiempos se encuentran contemplados, lo cual hace suponer que la indemnización por el muerto registrado en el Río de las Avenidas estaba considerada en el presupuesto y habría que saber cuantos muertos más están considerados.
No hay motivos para justificarse, es evidente que los retrasos en las obras y la falta de planeación son negligencia de quienes presumen capacidad pero no pasan de ser “maistros” de media cuchara, por lo que no estaría mal que Paula Hernández y sus subordinados, al menos se pongan a ver el programa de “Grandes Obras de Ingeniería” en el Discovery Channel, para ver si aprenden algo y de paso tienen la decencia de informar a la ciudadanía los cortes a la circulación y los nombres de las empresas que realizan obras chafas y derrochan el dinero de los hidalguenses.

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