Tribunal Superior: Relevo sin Sorpresas

* Viggiano Austria, primera mujer en presidir el Tribunal Superior de Justicia.
* Su nombramiento ya se esperaba desde hace meses, pero algunos cuestionan los procedimientos.
* Debe el TSJEH, continuar su labor de profesionalización, fortalecimiento y lograr su independencia.
* Revocar las abusivas pensiones de los ex-magistrados es uno de los primeros retos.

El martes 10 de octubre, los diputados al Congreso del Estado, aprobaron por unanimidad, el nombramiento de Alma Carolina Viggiano Austria como magistrada del Tribunal Superior de Justicia y poco después, el pleno de los magistrados del Poder Judicial la designaron su presidenta.
De esta manera, Carolina Viggiano se convierte en la primera mujer en presidir el Tribunal Superior de Justicia de la entidad, antes ninguna otra dama había ocupado dicha posición, aunque si varias de ellas habían sido magistradas, la primera que tuvo ese honor, fue la licenciada Estela Rojas Vigueras, cuyo nombramiento fue el 16 de noviembre de 1975; Años atrás la abogada Gloria Arias había sido la primer juez del sexo femenino.
Con la designación de Viggiano Austria, una nueva etapa se vive en el Poder Judicial hidalguense, luego de que el magistrado Lucas González Pérez le entregara la oficina que ocupó en calidad de interino por unas semanas, en las que sustituyó a José Francisco Díaz Arriaga, que después de una muy larga carrera judicial, pidió licencia para separarse del cargo para sumarse a la lista de aspirantes a ocupar el cargo de Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Finalmente su licencia se convirtió en una renuncia con carácter definitivo, por lo que la presidencia recayó en Lucas González, que con unos cuantos días de “gloria”, le bastó para dejar atrás aquel capítulo penoso de su carrera como servidor público, cuando fue cesado del cargo de subprocurador general de Justicia del Estado, en el gobierno de Jesús Murillo Karam en 1997.
Desde meses antes de que se le propusiera como magistrado, Carolina Viggiano ya era mencionada como la segura sucesora de Díaz Arriaga en la presidencia del TSJEH y esa posibilidad se confirmó cuando el Congreso del Estado la designó al frente del Consejo de la Judicatura del Estado recién creado, por lo que ninguna sorpresa causó, cuando el titular del Ejecutivo la propuso para la magistratura ante la LIX Legislatura, que únicamente se limitó a otorgar su visto bueno y consumar el nombramiento.
La nueva magistrada se desempeñó anteriormente como defensora de oficio adscrita al juzgado mixto menor; titular de la coordinación de Defensores de Oficio Adscritos a los Juzgados 1º y 2º Familiares y Mixto Menor; 1º, 2º y 3º del Ramo Civil; Auxiliar de la secretaría de Acuerdos en el Juzgado 3º de lo Civil; 1er secretario de acuerdos en los juzgados 1º de lo Civil y 1º de lo Familiar, cargos que ocupó en este Distrito Judicial.
Pero también fue diputada en la LVI Legislatura local y en la LVIII federal; se desempeñó como Coordinadora Regional en Molando de la Secretaría de Desarrollo Social de la que fue titular y Secretaria de Planeación y Desarrollo Regional; Secretaria General del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional, en el que igualmente coordinó la campaña de Miguel Ángel Osorio Chong al gobierno del Estado y la del candidato presidencial del PRI en Hidalgo, Roberto Madrazo Pintado.
La trayectoria de Viggiano Austria en el servicio público y partidista es amplia, pero hay quien considera que no así en el Poder Judicial, pues a discreción algunos de los magistrados que ahora la designaron su presidenta, cuestionan que nunca se haya desempeñado como Juez ni tampoco como magistrado, por lo que para algunos, -quizá los menos-, se está haciendo a un lado la carrera judicial que se dice privilegiar.
Nadie duda de su capacidad y talento, el cual se confirma con solo echar un vistazo a su trayectoria curricular y al evaluar su desempeño en cada uno de los cargos en los que siempre salió adelante.
Pero su designación para la cual se sabe cumplió todos los requisitos que marca la Constitución Política del Estado de Hidalgo y los que estipula la Ley Orgánica del Poder Judicial, pone en entredicho no a ella, sino la independencia del propio Tribunal Superior de Justicia, que vive y vivirá nuevos tiempos, en los cuales deberá confirmarse la división de poderes de la que tanto se habla en el discurso oficial.
Hay quien dice: “Es como si yo tuviera un pequeño telescopio con el cual alguna vez adquirí mucha experiencia, pero lo dejé de usar y años después de repente digo, quiero ser presidente de la Asociación de Astrónomos y estos me dicen gustosos, ándale, tú nos vas a presidir”.
De que Carolina Viggiano tiene la capacidad suficiente para presidir el tribunal, la tiene, no hay duda; Pero tendrá que demostrarla con mucho trabajo, porque desde hace varios años el Poder Judicial vive un proceso de transformación, fortalecimiento y profesionalización que no debe detenerse y seguramente que no lo hará, porque se han dado los pasos necesarios para seguir adelante y es tal vez la creación del Consejo de la Judicatura, es el más importante.
Cuando el ahora diputado Julio Ramón Menchaca Salazar ocupó la presidencia del TSJEH, el Poder Judicial logró la certificación de calidad ISO 9000 para procedimientos de carácter administrativo, se crearon nuevos juzgados y algunas sedes regionales de justicia, además dio origen a la Escuela Judicial y se construyeron los juzgados civiles de Pachuca y la Oficialía de Partes, lo que en su conjunto mereció el reconocimiento para el organismo, en el cual se impulsó fuertemente la profesionalización.
Con José Francisco Díaz Arriaga al frente, se continuó esa labor, se equiparon los juzgados, se impulsó la carrera judicial y se siguieron los pasos para contar con nuevas sedes para Juzgados Civiles, Familiares y Mixtos; Se crearon los juzgados indígenas y las instancias de conciliación para reducir el rezago y el número de expedientes.
Se logró obtener el Registro de Validez Oficial de Estudios para la Escuela Judicial además de que se propuso y se consolidó la idea de conformar el Consejo de la Judicatura, que dará mayor certidumbre a la carrera judicial, la actualización de los servidores públicos, nombramientos, adscripción y remoción de funcionarios, secretarios, jueces y actuarios y dará independencia en la selección y contratación del personal administrativo y divide en el Poder Judicial, las funciones de administración de las jurisdiccionales.
Pero también en ese periodo se incurrió en el error, abuso o ambas cosas, al concederles una cantidad vitalicia a cuatro ex-magistrados que se jubilaron con una pensión que les garantiza un ingreso mensual igual al que percibían en funciones, seguro de gastos médicos mayores y una serie de prestaciones económicas que podrían heredar a quienes ellos quisieran.
En tal abuso incurrieron los ex-magistrados Tufik Habib Karam; Andrés García Montaño, Arturo Reyes Monterrubio y Alfredo Olguín Hernández, cuya labor en el Poder Judicial no se cuestiona, pero si la intención de seguir viviendo como reyes al amparo del erario público, más cuando algunos de ellos ya se reintegraron al servicio público. Es decir, se jubilaron, pero ahora trabajan en otras esferas del gobierno, con salario pero al mismo tiempo con su pensión millonaria.
Es esta situación, quizá el primer reto que deberá afrontar Carolina Viggiano y el Consejo de la Judicatura, revocar el convenio que permita tales privilegios y arbitrariedad a los ex-magistrados, porque ni el Poder Judicial ni el Estado, puede permitirse el lujo de seguir pagando esas prestaciones con tintes de “robo”, porque se quiera aceptar o no, lo que se está haciendo es saquear al erario público y menoscabar el presupuesto de egresos del TSJEH, que tiene muchas cosas más apremiantes en que invertir, que seguir pagando pensiones.
Carolina Viggiano ya preside el Tribunal y es de esperarse que todo lo logrado hasta ahora se consolide y principalmente que se propongan y de creación a mecanismos que lleven al Poder Judicial a su independencia, si es que se quiere fortalecerlo y llegar a un escenario en el que se imparta justicia de manera imparcial, pronta y expedita. Si lo que quieren es seguir dependiendo de los otros poderes, sigan igual.