Mano dura contra el SNTSS
* Con hospitales del sector salud saturados y sin infraestructura, no se habría podido hacer frente a la emergencia.
* Deben seguir las reformas en el IMSS, para terminar con los injustificados privilegios del SNTSS.
* Alguien debe frenar las actitudes de Vega Galina.
Gracias a que la cordura se impuso en la conciencia de 613 de los 936 delegados al XLIV Congreso Nacional Ordinario del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), la amenaza de que estallaría la huelga en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el primer minuto del día de ayer domingo 16 de octubre fue conjurada y no habrá tal suspensión de labores.
Por el bien del país, es de celebrarse que así se haya acordado, sin embargo para nadie es ajeno ahora, que los intereses del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social y concretamente de sus dirigentes, representan una seria amenaza para el pueblo de México, para la estabilidad y la paz social.
Los incondicionales del secretario general del SNTSS, Roberto Vega Galina, que afortunadamente cada día son menos, habían decidido colocar las banderas rojinegras en las instalaciones del IMSS distribuidas en todo el país, pero debe quedarnos claro a la sociedad, que es al pueblo y no al gobierno, ante quien se declararían en Huelga, porque los verdaderos patrones en el Seguro Social, son, somos, los trabajadores y los empresarios que cotizamos bimestralmente al IMSS para tener derecho a una atención médica cada día más deficiente.
Que nadie olvide que ni es Vicente Fox, ni son los diputados federales que aprobaron las reformas hace un año, quienes utilizan los servicios del IMSS, sino los propios trabajadores y sus familias, por eso es que se afirma que la huelga no le afectaría al gobierno sino al pueblo de México.
Es mentira decir que en el Seguro Social todo está mal, falta a la verdad quien afirme que en el IMSS son “matasanos”, pero lo que no podemos negar, es que en el instituto se carece de muchas cosas, es evidente la falta de medicamentos en la farmacia, el número de camas para hospitalización es más que insuficiente, de las deficiencias en la atención mucho nos dice que una cita para una consulta en el área de especialidades la otorguen para dos o tres meses después de que lo requiere el enfermo, que sus análisis clínicos tarden hasta seis u ocho semanas en entregárselos y que una cirugía la programen para mucho, mucho tiempo después de lo que es necesario.
Quienes gozan de todo en el Seguro Social son los empleados, los mismos que ahora habían emplazado a la huelga y también aquellos que tienen a su favor, privilegios en su régimen de jubilaciones y pensiones, como ningún otro trabajador del país.
En el Seguro Social, se destina más de las tres cuartas partes del presupuesto de egresos a los privilegios de los trabajadores, que al gasto corriente, servicios y medicinas. Aún así el SNTSS insistió en mantener sus canonjías sin movimiento alguno y poner en riesgo la salud de la población.
De haberse efectuado la huelga, en Hidalgo hubieran resultado afectados 655 mil 188 derechohabientes que se encuentran inscritos en el padrón de afiliados y se habrían suspendido labores en 19 clínicas, cuatro hospitales y 214 unidades médicas de oportunidades donde se brinda un promedio de 5 mil 319 consultas y se atienden 46 alumbramientos diariamente.
De acuerdo a lo anunciado por los gobiernos federal y estatal, las urgencias médicas, áreas de tococirugía, Terapia Intensiva y las cirugías que no pudieran esperar, serían atendidas en instituciones públicas; Respecto a cualquier otro servicio de los que presta el seguro como son laboratorios, rayos X, consulta externa y medicina familiar, farmacia, tiendas de servicio, banco de sangre, funerarias, traslados y los centros de atención infantil, los derechohabientes tendrían que acudir al sector privado.
Talvez a nadie le hubiera importado que la tienda del IMSS cerrara sus puertas, después de todo, lo que se necesite se compra en otro sitio, pero tratándose de servicios de salud, para una cirugía no urgente los derechohabientes habrían tenido que acudir a clínicas y hospitales particulares y liquidar de su bolso, los servicios elitistas y caros que ahí se ofrecen, o elegir la otra opción: morirse.
En el Estado de Hidalgo, la Secretaría de Salud que dirige Alberto Jonguitud Falcón, anunció un plan de contingencia en caso de que estallara la Huelga, se ofreció que los 11 hospitales generales y regionales administrados por la dependencia, así como el centro de atención mental de Villas Ocaranza y los 457 centros de salud, estarían listos para atender a los derechohabientes del IMSS que resultaran afectados, otorgando un trato preferencial a los adultos mayores, niños, mujeres embarazadas y personas accidentadas.
En el programa contingente participarían los más de ocho mil trabajadores médicos, de enfermería, administrativos y de servicios de la Secretaría de Salud de Hidalgo, pero afortunadamente no hubo huelga y el plan para atender la emergencia no se puso en marcha y que bueno, porque habría resultado un fracaso, ya que está comprobado que el sector salud, no tiene la capacidad para atender a la población que requiere sus servicios, carecen del personal y la infraestructura suficiente.
El Hospital General de Pachuca, por ejemplo, se encuentra saturado a grado tal que entre semana, se atiende un promedio de 100 casos diarios en el área de urgencias, las camas para hospitalización ya no alcanzan, incluso el miércoles 21 de septiembre se hizo público que el señor Andrés Contreras García de 25 años, que fue víctima de una explosión en Tezontepec de Aldama fue trasladado de emergencia al Hospital de Cinta Larga; Ante la gravedad de sus lesiones, se canalizó al herido al Hospital General de la Ciudad de Pachuca, dependiente de la Secretaría de Salud y posteriormente al Magdalena de las Salinas ubicado en la avenida Instituto Politécnico Nacional de la Ciudad de México, pero en ninguno de los dos fue aceptado ni recibió la atención medica requerida, argumentándose que no había cupo.
Finalmente murió una semana después, en el General, en el que inicialmente no había sido recibido por falta de camas.
Pues en caso de que hubiera estallado la huelga en el IMSS, en ese hospital saturado que es el General de Pachuca, se pretendía atender las emergencias, cirugías urgentes y servicios de Tococirugía y Terapia Intensiva.
El General, no es el único nosocomio que refleja las condiciones en las que se encuentra el sector salud en Hidalgo, los hospitales regionales carecen de personal suficiente como es el caso del que se ubica en la sierra Tepehua, el de Tulancingo también está saturado y otras instituciones, aunque no dependan de la Secretaría de Salud pero que son públicas como el Hospital del Niño DIF, también han rebasado su capacidad de atención.
Así es que en caso de que estallara la huelga el día de ayer, la afectación que iba a sufrir el pueblo de Hidalgo habría sido sumamente grave y en otros Estados de la República incluyendo el Distrito Federal, la situación hubiera sido peor, por ello la condena social a la actitud asumida por 323 delegados al congreso del SNTSS que si votaron a favor de la suspensión de labores, porque para ellos valen más los intereses y los privilegios de un puñado de trabajadores, que la salud de los mexicanos.
La amenaza de huelga que se vivió no debe repetirse, por el contrario el gobierno de la República, está obligado a asumir las medidas necesarias para que no se vuelva a poner en riesgo la atención médica de los derechohabientes del IMSS, por ningún motivo debe dar marcha atrás a las reformas que en el año 2004 se hicieron al régimen de jubilaciones y pensiones en el Seguro Social, ni tampoco ceder ante chantajes de líderes sindicales “charros” y vividores como lo es Roberto Vega Galina, que para vergüenza del país, es diputado federal y dice representar ante el Congreso de la Unión, los intereses de los trabajadores de México.
El Estado Mexicano está obligado a ejercer mano dura en contra de quienes por sus ambiciones pusieron en riesgo el bienestar de los derechohabientes, la estabilidad y paz social del país; Para evitar que capítulos como este se vuelvan a repetir, es urgente que se avance en reformas como las que frenaron privilegios injustificados para futuros trabajadores del IMSS y además deben decretarse medidas para garantizar el abasto de medicamentos y hacer más efectivo y eficiente el servicio de consultas, cirugías, análisis y estudios médicos en la institución.
Es vergonzoso que otros organismos sindicales como el de los telefonistas y los electricistas de la República Mexicana, hayan respaldado una actitud tan criminal e irresponsable como la de Roberto Vega Galina; Su proceder significó una amenaza para 53 millones de derechohabientes, 655 mil de ellos en Hidalgo. Alguien debe ponerles un alto, pero ya.
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