Los "idolos" del Pachuca
* Se burlan de la justicia y parecen gozar de impunidad.
* Historia de agresiones que debe terminar.
* Niños golpeados por jugador tuzo.
Derrotados este fin de semana por el Club de futbol Atlas por 3 goles a 2 y anteriormente por las escuadras de el Morelia y América, los tuzos del Pachuca vuelven a ser motivo de nota, pero esta vez en la sección policíaca de los periódicos, luego de que el jugador mediocampista Manuel Vidrio Solís, dio una muestra más de la prepotencia que caracteriza a los integrantes del Club Pachuca, al agredir de manera artera, a golpes y puntapiés a tres niños de 15 años de edad el primero y a otros dos de 14 en conocido centro comercial de la capital hidalguense.
De los hechos ocurridos la tarde del pasado miércoles 17 de agosto, han dado detalles los medios de comunicación impresa locales, en los cuales consta que Daniel Sánchez Cano, José Guillermo Fernández Ortega y Samuel Saggiante de la Teja, fueron golpeados por el “ídolo” tuzo, en un acto que ha sido calificado por el mismo como injustificable, pero que ante los clientes de Plaza Galerías, ha dejado en claro la agresividad con que se conduce el futbolista nacido en el pueblo de Teocuitatlán, Jalisco, aunque algunos afirman que vio la luz primera en la Ciudad de México.
En donde nació el jugador que mañana cumplirá 33 años, es lo que menos importa, es su conducta violenta, la que pone en entredicho su calidad humana y que al mismo tiempo hace recordar algunos episodios no menos violentos en los que alguna vez se han visto involucrados otros falsos “ídolos” que visten el uniforme de los Tuzos, equipo que por muchas razones se ha ubicado en el ojo del huracán y cuya prepotencia e impunidad, hace obligado para las autoridades, el poner un freno definitivo a estas acciones, que seguramente mucha vergüenza ha de causar a quienes se dicen aficionados.
De acuerdo a las publicaciones del pasado sábado 20 de agosto, la tarde del miércoles el jugador Manuel Vidrio, escuchó cuando tres niños afirmaban que tanto los equipos América como el Morelia eran mejor que el Pachuca, lo que originó su molestia y en una reacción que seguramente los psicólogos habrían de calificar de anormal y quizás de enferma, se abalanzó sobre los muchachos, cuyos padres de familia han anunciado que procederán penalmente en contra del deportista, que no conforme con la agresión les propinó además, amenazas.
El jugador reconoció que si, efectivamente él los agredió, pero en un intento por justificar su actitud, dijo haberse sentido provocado al escuchar lo que se decía de “su” equipo y lejos de ofrecer una disculpa por su actitud y manifestarse dispuesto a enfrentar ante la justicia los cargos que se le imputan, ha lanzado la amenaza de que “contrademandará” a los chicos, argumentando que está lesionado y que con ese “incidente” pudo haberse provocado algo más grave y que afectara sus ingresos.
De manera definitiva, no hay justificación, los jóvenes como aficionados, si realizaron o no alguna crítica al Pachuca, están en su derecho de hacerlo, puesto que el equipo, por la mediocridad de su juego, ha sido incapaz de destacar en la cancha, solo acumula fracasos y Manuel Vidrio Solís, por muy importante que sea para la directiva de los Tuzos, no es nadie para recriminar los malos comentarios, mucho menos para agredir a quienes los profiere.
Pero no es de extrañar la actitud de Manuel Vidrio, de su conducta violenta, antiprofesional y antideportiva, un claro ejemplo es la agresión que en la cancha del Estadio Hidalgo, realizó en el año 2001 en contra del jugador del Cruz Azul, Juan Francisco Palencia Hernández, al que en una jugada artera y alevosa, abrió la boca al propinarle un golpe en el rostro con el codo derecho, como represalia de que el cruzazulino había contribuido a una derrota tuza por 3 a 2 frente a la escuadra celeste.
Lo más lamentable del caso, es que la agresión de Vidrio no es la primera que se suscita en contra de la afición por parte de un jugador tuzo, la averiguación previa número 12/HG/471/2000, que hoy está en los archivos de la Procuraduría General de Justicia del Estado, da cuenta que en el año 2000, tres jóvenes pachuqueños, Gilberto Ramos Hernández, Abraham Sánchez Oaxaca y Jonathan García Zavala, fueron golpeados y pateados en el bulevar Valle de San Javier, por el desaparecido jugador argentino Pablo Hernán Gómez y por el entonces portero del equipo Morelia, Ángel David Comizzo, que se encontraba de visita en la capital hidalguense y que según los quejosos, en visible estado de ebriedad, se sumó a la agresión, que como en otras ocasiones quedó impune.
Estos no son los únicos escándalos, recuerdo una nota informativa del año 2002, publicada por el reportero Roylán Portes Vargas, en la que narraba la derrota de la escuadra tuza frente a los rayados del Monterrey por 3 goles a 1, así como un pleito protagonizado en las tribunas del estadio, por el argentino Andrés Miguel Fassi Jurguens, director deportivo del Club de Futbol Pachuca, quien al igual que Vidrio no toleró las críticas de los aficionados hacia los jugadores tuzos, especialmente las que se dirigían al portero colombiano Miguel Ángel Calero Rodríguez.
La nota afirmaba que Fassi Jurguens, visiblemente molesto bajó del palco que ocupa habitualmente y arremetió a golpes en contra de la afición, concretamente un espectador de nombre Antonio Salim y un oficial de la Dirección General de Seguridad Pública y Tránsito del Estado, identificado como Martín Esteves Muñoz, al que golpeó por no obedecer la orden de detener a quienes se decían inconformes con el pobre resultado del equipo local.
Lo mismo ocurrió con otro jugador, Luis Alfonso Sosa, que molesto por la críticas y mostrando una educación del más bajo barrio, lanzó una serie de insultos en contra de la afición que ese día había pagado su boleto de acceso al estadio, para comprobar una vez más la baja calidad futbolística del Pachuca, mientras que una mujer, aparentemente ebria y a la que los reporteros identificaron como la esposa del colombiano Calero, lanzó una lata de cerveza al público que protestaba y se sumó a los insultos de tal manera que cualquiera se hubiera preguntado ¿Con esa boquita besas a tu mamá?.
Historias como esta las hay más, otras publicaciones periodísticas, también dieron cuenta en el año 2002, de un hecho que confirmó la injustificada impunidad que encubre los actos de los tuzos, directivos y jugadores, al saberse que en el exclusivo fraccionamiento de el Club de Golf ubicado al sur de la ciudad de Pachuca, el perro de Andrés Miguel Fassi Jurguens, había atacado salvajemente a un niño de nombre Luis José Guerrero Monterrubio, causándole serias lesiones que pusieron en riesgo su vida y que requirieron atención médica especializada y que por el posible trauma que dejara en el infante, también obligó a una serie de terapias que le hicieran superar este penoso hecho.
El ataque propiciado por el animal de Fassi, puso al descubierto también que el directivo tuzo violaba el reglamento del fraccionamiento del Club de Golf, el cual prohíbe la presencia de perros con características o entrenamiento de ataque, pero desgraciadamente la averiguación previa que en aquel entonces se inició por lesiones culposas en contra del argentino, no prosperó, se hizo público que los padres del menor fueron objeto de presiones y amenazas para retirar su denuncia y ni al canino se le sacrificó como debió haber ocurrido, ni al extranjero Fassi Jurguens se le procesó, quedando en claro que si el director deportivo del Pachuca agrede a los aficionados, oficiales de policía o pisotea la ley, simplemente no pasa nada.
Este es un breve recuento de algunas acciones que evidentemente violan la ley y que injustificadamente han quedado sin castigo alguno, pero hay más, algunas han involucrado no solo a jugadores y directivos tuzos, sino a familiares de estos que se conducen de la misma manera y, para no hablar en el vacío, recordemos que el padre de Pablo Hernán Gómez, igualmente en estado de ebriedad, alguna vez, indignado por que un taxista la ganó el paso en un semáforo, lo alcanzó y lo golpeó en el viaducto Rojo Gómez.
No en pocas ocasiones se han visto involucrados en líos las “estrellas” del Pachuca, lo mismo los acusan de agredir a aficionados que de violar los reglamentos municipales, principalmente aquellos que se refieren a la venta de bebidas etílicas en el interior del estadio; Alguna vez uno de ellos ha tenido que comparecer ante los juzgados porque se le demanda judicialmente el reconocimiento de una paternidad, otra vez han sido directivos de quinta categoría del Pachuca los que son señalados de una agresión, como el año pasado los acusó un candidato a diputado local por un partido de oposición y, hasta una contadora del Club Pachuca ha sido señalada de usurpar funciones propias del Ayuntamiento y de cobrar por la fuerza derecho de piso a los comerciantes que se instalan en las inmediaciones del Estadio Hidalgo.
Pero desgraciadamente no pasa nada, los tuzos actúan como si fueran amos y señores en una ciudad en la que no lo son, se creen dueños de un estadio que tampoco es de ellos, mientras que las autoridades por omisión, se han convertido en sus cómplices.
Manuel Vidrio es quien ha dado la última nota, ya que haciéndole honor a su apellido, se quiebra ante cualquier crítica, exacerba su verdadera personalidad y agrede a quienes no piensan como él; Un jugador que convocado a la Selección Nacional Mexicana, no pudo hacer por su equipo nada bueno en la cancha, como tampoco lo hizo con el Osasuna de España en el que también fracasó para volver al Pachuca, en el que no destaca por su juego, pero si lo hace en la nota roja. Aún así algunos lo consideran un ejemplo a seguir, evidentemente que con esa calidad humana y moral que tienen los tuzos, solo pueden ser “ídolos” pero de quien no sepa de futbol.
Hechos como el ocurrido la semana pasada no deben repetirse más, pero para ello debe aplicarse la ley a quienes sintiéndose poderosos agreden a otros sin importar si se trata de niños o no. Es de esperar que si el jugador tiene alguna responsabilidad en estos hechos, se le consigne ante la justicia, como debió haberse hecho antes con otros agresores que se han burlado de la ley, pero cuya sonrisa alguna vez se ha de acabar. Esperemos que así sea.
22 de agosto del 2005
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home