jueves, agosto 10, 2006

La debacle panista

* Expulsiones y sanciones como medios de venganza.
* La Falta de liderazgo origina conflictos y se reflejará en las urnas.
* La vida panista, historia de desencuentros.
* Tizayuca, un ejemplo de la caída panista.
Ante la falta de liderazgo por parte del presidente del Comité Directivo Estatal, Guillermo Galland Guerrero, el Partido Acción Nacional en Hidalgo, arriba a un nuevo proceso electoral en medio de una grave crisis interna, en la que las constantes son la división y la pugna entre grupos por mantener el control del instituto político y la obtención del mayor número de candidaturas posibles para el próximo proceso.
La expulsión de Adrián del Arenal Pérez, ex-delegado en Hidalgo del PAN y del ex-diputado local Herlindo Bautista Sánchez por resolución de la Comisión de Orden del partido, son la más clara muestra de la forma en que se conduce la directiva estatal para reprimir a quienes se atreven a cuestionar el actuar de Galland Guerrero y no dude Usted que a esa lista de sancionados en la que se encuentra el alcalde de Huejutla de Reyes, Alfredo San Román Duval, se sumará en los próximos días el nombre del diputado plurinominal Rodolfo Alejandro Chavero Bojorquez.
La expulsión de unos y la posible sanción a otro, resuma una larga historia de desencuentros, de cacería de brujas y prácticas del pasado, que han provocado una enorme fractura en el blanquiazul, que aunque la directiva se esfuerce en ocultar, está presente en las declaraciones de cada uno de los actores políticos de esta tragicomedia azul, que también pone en duda, quien es en realidad el que conduce al Comité Directivo Estatal.
A decir verdad, ni Adrián del Arenal Pérez ni tampoco Herlindo Bautista combatieron a Guillermo Galland, sino sus prácticas al interior del comité, mismas que ahora son cuestionadas y con razón, por el legislador Chavero Bojorquez que la semana anterior calificó al presidente del PAN de mentiroso, explícitamente lo acusó de traidor y dio sus razones y por su fuera poco lo exhibió como falsificador, dejando abierta la posibilidad de denunciarlo penalmente por la comisión de este ilícito.
Del Arenal Pérez se opuso a que Galland Guerrero regalara la candidatura panista a un personaje externo a ese instituto político; Herlindo Bautista lo retó, lo llamó literalmente “pendejo” y amenazó con hacer público quien es en realidad Guillermo Bernardo si él insistia en seguir buscando por fuera un abanderado a gobernador del Estado que no estuviera afiliado al PAN y eso fue suficiente para que como medida de venganza, el mismo comité estatal promoviera la expulsión de ambos, asumiéndose como verdugo de sus propios militantes y una actitud de cacería de brujas que nadie puede negar.
El voto de Rodolfo Chavero como diputado, a favor de que el gobierno del Estado contraiga una deuda pública por mil 250 millones de pesos, que abiertamente ha rechazado la sociedad, es el pretexto para perseguir sin disimulo al legislador, al que parecen querer imponer la política de que “El mejor enemigo es el que está muerto” y buscan suspenderle sus derechos partidistas.
Desde que asumió la diputación, a decir de él, Chavero Bojorquez se ha entrevistado con por lo menos 40 comités directivos municipales del PAN, situación que para Galland Guerrero y el que a su vez es secretario general, regidor y representante panista ante el Instituto Estatal, Raymundo Bautista Pichardo, pone en riesgo su “liderazgo”, ya que un personaje ajeno a la directiva, analiza la situación del partido al interior del estado, sondea cuales son las posibilidades de triunfo en las próximas elecciones y en su trabajo, encuentra las graves deficiencias en que incurre el Comité Directivo Estatal.
No se sabe en realidad quien manda en el comité estatal, Galland solo da palos de ciego y Bautista Pichardo acumula para sí todos los cargos posibles; Parece, que la dirigencia persigue a quien no se somete a su voluntad, demuestra su falta de comunicación con la fracción parlamentaria panista en la LIX Legislatura del Estado, la intolerancia frente a cualquier crítica de sus militantes y busca favorecer con el otorgamiento de las próximas candidaturas a quienes si consideran sus consentidos, como también lo denunció uno de los aspirantes a la alcaldía de Pachuca, Alfredo Ortega Apendinni.
Ante este panorama, difícil futuro se le avecina al PAN hidalguense, que si hace tres años “ganó” 23 alcaldías con el voto de los militantes del Partido de la Revolución Democrática, esta vez es previsible que no lograrán retener importantes presidencias municipales como las de Huejutla de Reyes, donde el candidato que hace un trienio propusieron enfrentará cargos con la justicia; En Tula de Allende, la gente anhela que ya termine el gobierno panista que se ha distinguido por su ineficacia, mientras que en Tizayuca, la administración emanada del partido celeste sobresale pero por su proclividad al saqueo del erario.
Al respecto de este último, vale la pena señalar que el pasado 2 de junio, unomásuno-Hidalgo, denunció lo que desde el ángulo que se le quiere observar es un saqueo por parte de los funcionarios del Ayuntamiento que encabeza Roberto Paredes Jiménez, se divulgaron cifras extraídas de la nómina oficial que la tesorería reportó al Congreso del Estado y se hizo un llamado al Órgano Superior de Fiscalización para que verifique diversas irregularidades.
A pesar de la contundencia de los datos, la Presidencia Municipal intentó tergiversar nuestra información, enviar cartas aclaratorias y veladas amenazas por un supuesto daño moral inexistente, pero la página web de la LIX Legislatura confirma lo aquí publicado, por lo que ahora es todavía más obligado, que el alcalde panista comparezca ante el Congreso para explicar grandes faltantes de dinero.
Tizayuca es otra muestra de la división en el PAN, Roberto Paredes hace como que gobierna, pero otros grupos panistas del municipio le disputan el poder, basta con recordar que hace algunos meses, que supo que la casa del edil, ubicada en la calle Rojo Gómez de esa ciudad, fue apedreada por la noche por un grupo de inconformes de su propio partido, entre los cuales se encontraban el dirigente panista y ex-director de gobierno Martín Hernández Carrasco, su hermana Isabel de los mismos apellidos que funge como regidora, Erick Ortega Escolano, ex-director de Desarrollo Económico y el padre de este, Mauro Ortega, quienes buscan no solo la candidatura a la alcaldía, sino los primeros lugares en la planilla de regidores.
Roberto Paredes por su parte, desea que su sucesor sea el dirigente de la fundación “Dale Fuerza a tu corazón”, Luis Navarrete, que fuera su tesorero municipal, cargo del que fue retirado por recomendación del Congreso del Estado, al detectarse que entre ambos existe parentesco.
El primero de los grupos es manipulado por Raymundo Bautista Pichardo que tiene a un pariente en la cárcel de Tizayuca, claro, a cargo de esta y que tiene como integrantes tanto a Martín Hernández como a Erick Ortega, ambos ex-funcionarios que fueron destituidos por la Asamblea Municipal de Paredes, cuando en una noche de copas intentaron obstaculizar un operativo de la Agencia Federal de Investigaciones, cuyos elementos cateaban unos antros de vicio que por aquí abundan.
El segundo grupo en discordia lo controla Paredes que recientemente demandó penalmente a un reportero del Estado de México por haber publicado que debía investigarse si la construcción de las caballerizas del edil se hizo con dinero del erario y que aportó datos de los lujosos vehículos en que se conduce su parentela. Otro dirigente del mismo grupo, es un funcionario de la alcaldía, antes dos veces tesorero en el municipio de Tecamac y dueño de una gran mansión en la comunidad mexiquense de Ojo de Agua.
Ni a cual de los dos grupos irle, por lo que se cree que no lograrán retener al PAN en el gobierno municipal.
Esta situación se repite en otros municipios de Hidalgo, pero la dirigencia estatal, lejos de buscar reconstruir sus estructuras, fortalecer la poca unidad que queda entre sus militantes y dar una batalla, sino formidable, por lo menos digna en la próxima elección, se dedica a perseguir a quienes los critican como a Chavero y pasar por alto los errores de otros panistas que si forman parte de su grupo, como la diputada Irma Beatriz Chávez Ríos, que por asuntos familiares o no, en realidad no estuvo presente en la sesión en la que se aprobó la deuda pública y por ello no pudo defender la postura de su partido.
La debacle panista es innegable, la actitud persecutora de la dirigencia tampoco y la ausencia de liderazgo menos, por lo que los resultados para la elección del 13 de noviembre próximo, no pueden ser optimistas para un partido que tiene un Comité Directivo Estatal dividido, una fracción parlamentaria reducida y en parte rebelde, una militancia insurrecta y gobiernos municipales tan deficientes como el de Progreso y Nopala, saqueadores como el de Tula, Huejutla y Tizayuca y una voluntad represiva y sancionadora, pero que además utiliza a su Comisión de Orden como instrumento de venganza.
20 de junio de 2005
..................

...................

...................

...................

...................

...................

................... ...................