La discordia por Pachuca
* La dirigencia municipal del PRI alienta la desunión e intenta colocar una mordaza a los aspirantes.
* En el PAN los dados están cargados y en el PRD no hay mucho de donde escoger.
La dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), llama a sus militantes a la unidad y el Comité Directivo Municipal a través de su secretario general, Ramón Vicente Diez, intenta frenar las acciones proselitistas de algunos de los aspirantes a suceder a Alberto Meléndez Apodaca en la Casa Rule, les ordena a los presidentes de seccionales que no reciban a ninguno y les impone mordaza al exigir que cesen de otorgar entrevistas a los medios de comunicación.
La conducta asumida por el Comité Municipal del PRI en Pachuca, no solo contradice lo dispuesto por la dirigencia estatal, sino que alienta las fracturas al percibirse que se trata de favorecer al diputado local Julio Menchaca Salazar y al subsecretario de Planeación, Federico Hernández Barros, tratando de frenar la carrera de otros aspirantes que sin cargo alguno ya se encuentran en franca campaña al revivirse la posibilidad de que el candidato sea José Francisco Olvera Ruíz.
Vicente Diez no actua por si mismo, de hecho nunca lo ha hecho y en sus “intentos” por frenar el proselitismo de los priistas esta acompañado por la política del ex-policia Francisco Moreno Baños, que desde la secretaria general de la Presidencia Municipal de Pachuca, ordena y presiona a los mal llamados jueces de barrio para que por ningún motivo reciban en sus colonias o le expresen apoyo a personas como Daniel Ludlow Kuri que han apostado todo su capital político a lograr la candidatura del PRI.
Es tanto el desorden y la desunión que se percibe en el PRI pachuqueño, que hasta el iluso de Gilberto Ortiz Orta, Secretario de Administración del Ayuntamiento, ya se cree con posibilidades y derechos para ser quien suceda a Meléndez Apodaca en la alcaldía de la ciudad capital, como igual lo piensa la dirigente de Antorcha Campesina, Guadalupe Orona Urias.
El Revolucionario Institucional no es el único que vive la desunión y se percibe la idea de que los “dados están cargados”; en el Partido Acción Nacional, representado hace tres años por el constructor Alejandro Sánchez Ramírez, son dos los militantes que se perciben con mayores posibilidades de lograr la candidatura panista, Alfredo Ortega Apendinni “El Capi”, y la ex-presidenta del sistema municipal para el Desarrollo Integral de la Familia, Gloria Romero de Tellería.
De acuerdo a publicaciones de la semana, el presidente del PAN, Bernardo Galland Guerrero, hace todos los intentos posibles por favorecer a la señora Romero de Tellería e imponerla como candidata, actuando de manera parcial para impedir que el “Capi”, ex-candidato a diputado federal se convierta en el abanderado albiazul, lo que ha provocado el descontento de los seguidores del médico Ortega, al que nada extraño seria que de última hora se le intente iniciar algún procedimiento de expulsión por haber hecho público su sentir de que el dirigente panista actua con parcialidad como lo hizo en el proceso electoral anterior.
Vale la pena recordar que la actuación de Galland Guerrero ha sido severamente cuestionada por la propios panistas, quienes incluso lo han acusado de ser un traidor y por si fuera poco de estar “pendejo”.
El diputado local Rodolfo Alejandro Chavero Bojorquez, recordó hace unos días que Galland Guerrero no apoyó con decisión y entrega al candidato del PAN a gobernador, José Antonio del Sagrado Corazón de Jesús Haghenbeck Cámara, quiza desilusionado de que no pudo imponer como abanderado a un personaje externo al PAN al que insistentemente le pidió en público que aceptara la nominación.
Chavero Bojorquez no es el único que ha cuestionado a Galland, en su momento el ex-diputado local Herlindo Bautista Sánchez lo llamó pendejo y lo amenazó con hacer público quien era en realidad Guillermo Galland Guerrero, si este insistia en regalar la candidatura a un externo, cuestión que también fue criticada por el militante Adrian del Arenal Pérez, lo que motivó que el dirigente panista promoviera en contra de ambos un procedimiento de expulsión que aún está por definirse.
Dicen sus retractores, que Galland Guerrero se encuentra obnubilado por un amor de origen cubano y que ello le impide darse cuenta de que sus intentos por anular a la ex-diputada local Rosa María Martín Barba y Alfredo Ortega Apendinni toda posibilidad de lograr la candidatura panista, atenta contra los principios democráticos que supuestamente rigen a ese partido, fomenta la desunión y le resta a ese instituto político las posibilidades de volver a la Presidencia Municipal de Pachuca que de por si son escazas.
En el Partido de la Revolución Democrática, que en el proceso pasado para elegir alcalde fue abanderado por el arquitecto Luis Alberto Corrales Vivar, las cosas no están en su mejor momento, porque el instituto político tiene muy poco de donde escoger a quien lo representará en las urnas de Pachuca el segundo domingo de noviembre.
Aunque el ex-senador José Guadarrama no ha manifestado su intención de convertirse en el candidato perredista, hay quienes ya dan por hecho que él será el abanderado del Sol Azteca, situación que hace voltear la mirada al pasado reciente en el que desde el interior del PRD, militantes al servicio de intereses priistas, obstaculizaron con todos los recursos posibles la postulación de Guadarrama Márquez y nada se extrañe que una vez más vuelvan a hacerlo.
Para nadie seria raro que una vez más surjan “perredistas” como Miguel Ángel Peña Sánchez, Roberto Alejandro Meza Garcia o Francisco Patiño Cardona, alegando que ellos tienen más derechos que nadie para ser candidato, olvidando por supuesto el pasado de cada uno.
Peña Sánchez originario de Zempoala, alegará que vive en Pachuca, que fue presidente del PRD y diputado local, pero olvidará como lo hizo la otra vez, que fue suspendido de sus derechos partidistas por violar los estatutos en un proceso de asignación de candidaturas por la vía plurinominal; No recordará tampoco que en octubre de 1993 fue detenido por agentes de la Procuraduría General de la República, en cumplimiento de una órden de aprehensión girada por una Juez de Distrito en su contra por el robo de 217 cartillas del Servicio Militar Nacional propiedad de la Secretaría de la Defensa Nacional el 11 de febrero de 1992, acusación que no enfrentó escudandose en el fuero constitucional que le otorgaba su calidad de integrante de la LV Legislatura del Estado.
Roberto Meza a quien muchos identifican como “reventador de movimientos sociales”, también olvidará que fue expulsado por haber sido diputado por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, candidato del PARM a senador en 1994 y el principal alentador del movimiento del Consejo Central de Lucha del Magisterio Hidalguense (CCL), que culminó con la muerte de dos profesores a las puertas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), cuando las oficinas se ubicaban en la calle de Pino Suárez.
Francisco Patiño, ahora aliado de Luciano Cornejo Barrera, al que le disputó la dirigencia estatal del PRD, olvidará lo que hace unos días recordó un reportero de un diario local, en el sentido de que hace unos años siendo diputado federal, fue el autor de una agresión a una reportera en un fin de semana “de copas”, motivo por el que tanto legislador como comunicadora, fueron trasladados a la Agencia del Ministerio Público, donde en estado de ebriedad, Patiño se dijo víctima de una campaña de desprestigio y acusó al entonces gobernador Jesús Murillo Karam de haberla orquestado.
La otra opción para los perredistas es la dirigente municipal en Pachuca, Teresa Samperio León, que seguramente no ganaría pero cuyo trabajo le garantizaría al Sol Azteca un papel por lo menos decoroso, a pesar de sus absurdas declaraciones de que los miles de millones de deuda que arrastra Hidalgo, pudieron haber sido destinados al apoyo de la “Contrainsurgencia”. Por lo menos también seria seguridad de que al menor intento de fraude electoral que detectara, tanto ella como la lidereza untista Edith Ibarra, armarían un gran escándalo, volvería a poner su casa de campaña como alguna vez lo hizo en una institución universitaria y le echaría todas las ganas para lograr el mayor número de votos posibles.
Del Partido Verde Ecologista de México solo se puede pensar que una vez será comparsa del PRI y respecto a Convergencia, este tiene dos caminos, obedecer los lineamientos que le trace José Guadarrama o postular a un externo, como el ciudadano Everardo Márquez que ya levantó la mano. Este no tiene ninguna posibilidad de triunfar, su apelativo no nos dice nada, pero tiene nombre de escuela primaria y nos recuerda que tanto él como su hermano Ángel, ya fallecido, alguna vez fueron despojados arteramente de parte de lo que era su herencia.
La discordia por apoderarse de la alcaldía de Pachuca es muy grande y si de algo hay que estar seguros es de que se complicará más el panorama, sobretodo por conflictos como el que se vive en Santiago Tlapacoya y que amena con estallar.
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