jueves, agosto 10, 2006

El Plan Estatal de Desarrollo


* Un gran plan, pero no se sabe que, ni como se va a hacer.
* Una reforma legal que avanza en el discurso pero no en los hechos.
* Proyectos de obra pública que se encuentran parados por falta de dinero.
* “Espérame tantito”, respuesta ante peticiones.

Presentado 34 días después de lo prometido, el Plan Estatal de Desarrollo (PED), Hidalgo 2005-2011, fue hecho público el pasado lunes 4 de julio, en un acto en el que se destacaron una serie de acciones que habrá de emprender el Gobierno del Estado para impulsar el crecimiento de la entidad, la mejora en la calidad de vida de sus habitantes y fomentar un desarrollo económico, político, democrático, cultural, deportivo, educativo, etcétera.
Al asumir el cargo de Gobernador Constitucional del Estado el 1º de Abril, Miguel Ángel Osorio Chong afirmó que los hidalguenses contaríamos con un Plan Estatal de Desarrollo en un plazo máximo de 60 días, término que concluyó el 1º de Junio sin que se contara con el documento, pero en fin, ya lo tenemos y a decir de la Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional, es el resultado de todas las propuestas y peticiones recibidas por el mandatario estatal durante su campaña proselitista y del estudio técnico profundo de las necesidades y carencias que se padecen en todas las comunidades del Estado.
Entendido así, la elaboración de un documento de tal magnitud no debe ser nada fácil, implica además de una serie de trabajos sumamente amplios y complejos, una responsabilidad muy grande y hasta podría decirse que el retraso en su entrega tiene cierto grado de justificación, más si volteamos los ojos hacia otros estados en los que pueden pasar uno o dos años de gobierno sin plan ni rumbo.
De acuerdo a la información difundida, el Plan Estatal de Desarrollo contempla como uno de sus puntos principales, la generación de nuevas fuentes de empleo, el combate a la pobreza, establecer un frente común contra la inseguridad y la impunidad, el impulso al comercio y la micro, pequeña y mediana empresa, fomento turístico, deportivo, cultural, desarrollo urbano, ordenamiento territorial y una serie de acciones tendientes a transformar la vida de los hidalguenses.
Se escucha muy bien, lamentablemente durante la presentación del Plan Estatal de Desarrollo, nunca se dijo como se habrá de realizar todo esto, no se anunció ninguna gran obra o proyecto que pudiera considerarse que sea el eje del desarrollo del Estado, no se supo de algún programa que represente algo nuevo.
La administración anterior, por ejemplo, le apostó todo a la realización de un aeropuerto en la región Tizayuca, terminal aérea que por muchas razones no se dio y posiblemente no se de nunca, lo que demostró que fue un error cimentar todas las esperanzas de progreso en un solo proyecto, pero esta vez el PED Hidalgo 2005-2011, ni siquiera nos da la oportunidad de saber que planean las instituciones, pareciera que aún no hay planes concretos acerca de lo que se va a hacer, pareciera, que al Gobierno le queda muy bien aquello de que es la administración del “Espérame tantito”.
Muestras de ello las hay muchas, una la encontramos en materia de seguridad, donde la falta de recursos económicos y materiales parece ser la causa principal por la que no se pueden concretar proyectos, pero en cambio transcurriendo ya la segunda mitad del año 2005, el secretario del ramo, Marcos Souverbille sigue esperando y prometiendo a los municipios, que una vez que lleguen los recursos provenientes de la federación, se les podrá apoyar un poco más y hasta a anunciado que podríamos recibir en Hidalgo quizá 173 millones de pesos para el fortalecimiento de esta área.
La obra pública no avanza como se hubiera podido esperar, hace unos días la titular de esta área en la administración estatal, Paula Hernández Olmos, informó que el 50 por ciento de los caminos de Hidalgo se encuentran deteriorados, pero para el programa emergente de conservación se han destinado solo 25 millones de pesos para lo que resta del año, con la esperanza de que una vez que llegue a Hidalgo la parte que le corresponde por la venta de los excedentes petroleros, se podrá incrementar esa cifra, es decir, por el momento no alcanza ni para tapar los baches.
En materia de salud hay tantos problemas, que en Hidalgo, por falta de sangre para transfusión, se siguen muriendo algunas mujeres parturientas en las salas de expulsión; Seguimos ocupando un destacado lugar a nivel nacional en materia de alcoholismo, siguen existiendo clínicas sin personal ni medicinas, como ocurre en Amola de Ocampo, una comunidad del municipio de Tepehuacán de Guerrero donde carecen de agua, luz, drenaje y camino.
Entre los proyectos que se sabe realizará el Gobierno del Estado, se encuentra la culminación de la autopista Pachuca-Tulancingo planeada desde hace dos sexenios; La terminación del bulevard Las Torres cuya construcción está parada y que se inició en el Gobierno pasado; La Edificación de una nueva Central de Abastos en los límites de Pachuca-Zapotlán donde el acaparamiento de tierras sigue siendo una constante; Se proyecta una profunda reforma legal a través de la creación de leyes como de la Desarrollo Urbano, Juventud, Ciencia y Tecnología, Seguridad Pública, Para la Atención a la Víctima y Ofendido del Delito y la de Transparencia y Acceso a la Información Pública, de las cuales no se tiene ni la menor idea de para cuando se harán realidad, en especial esta última, cuyo tema se ha convertido en un dolor de muelas para el gobierno local.
También habrá nuevos hospitales, lo único que falta es el dinero.
Hidalgo ocupa el último lugar a nivel nacional en captación de inversión extranjera, pues recibe solo el 0.2 por ciento del capital que llega al país; Estamos en los últimos lugares en materia deportiva, la promoción turística es prácticamente nula; En la región Pachuca-Tizayuca cada vez queda menos agua; En Acaxochitlán, Zacualtipán, y muchos otros lugares cada día hay menor árboles y en toda la entidad la protección a la ecología y medio ambiente parece ser el tema que menos le importa al estado mientras se desforestan 350 hectáreas arboladas de Real del Monte para esparcimiento de los ricos en un club de Golf y crece alarmantemente la contaminación en todas las regiones.
En lo relativo a la Asistencia Social, se ignora que proyectos existen en el PED, pero algo muy claro es que no se puede seguir con la misma política que se ha ejercido hasta ahora porque así no se logrará mucho. Al terminar el sexenio pasado, por ejemplo, a través de las Copusis y copusinas, 250 mil hidalguenses recibían diariamente desayunos fríos o calientes de manera gratuita o a muy bajo costo, que bueno, pero al mismo tiempo esa acción tan destacada, significa que más de un cuarto de millón de niños, ancianos, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, no tienen que comer todos los días y por ello se les alimenta.
Eso tiene que cambiar, pero no para dejarlos morir, sino para implementar medidas que realmente les resuelva su problemática a esas personas y no solo se les alivie el hambre por unas horas.
Es evidente que la administración pública no tiene dinero, puesto que, insistimos, la obra pública no avanza y algunos trabajos como la introducción de agua potable en Pueblo Hidalgo y el Rosario, municipio de Tlanchinol y en Las Moras, perteneciente a Pisaflores, se encuentran paradas y el ejercicio gubernamental se ha centrado en la realización de ceremonias cívicas.
Otra muestra de la falta de liquidez se encuentra en el programa Habitat de carácter tripartita, en el cual para una obra a través de la Secretaría de Desarrollo Social el Gobierno Federal aporta el 50 por ciento de los recursos, los municipios deben enterar el 25 y la administración estatal otro 25; Pero esta última no ha puesto su parte, al menos en municipios como Pachuca y Tizayuca, cuyos ayuntamientos tuvieron que erogar lo suyo y lo del Estado, con la promesa de que “hay después”, cuando haya dinero, se les autorizarán obras con recursos extraordinarios.
La deuda de 2 mil 450 millones de pesos que arrastran las finanzas públicas, más el empréstito de mil 250 millones que se han solicitado para darle algo de liquidez al gobierno, serán sin duda un pesado lastre para el desarrollo del Estado, ya que habrá que destinar muchos de los recursos económicos propios y de los que se obtienen vía participaciones federales, para pagar los intereses de los prestamos recibidos y cuyo destino final no ha quedado del todo claro.
Tal vez por ello no se ve acción, pero eso no justifica que tampoco haya planes, que se presente un PED para los próximos seis años y que no se diga que, ni como se va a hacer. Ya sabemos que se pretende, pero no el como se logrará.
11 de julio del 2005
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