Las redes, entre el fracaso y la traición
* Representantes de casilla reclutados por redes, pudieron haber avalado al presunto fraude electoral.
* En Hidalgo promovieron el voto contra los candidatos de la coalición.
* Ahora que el PRD-PT-Convergencia defiende el voto, las redes son las primeras ausentes.
Andrés Manuel López Obrador y cientos de miles de sus seguidores, están convencidos de algo que parece evidente: Fueron víctimas de un fraude electoral. Y han iniciado una lucha que nadie sabe cuando termine ni hasta donde habrá de llegar, pues existen indicios de que hubo trampa en la elección, pero hasta ahora la razón jurídica les asiste a los panistas y a su candidato Felipe Calderón Hinojosa.
En medio de la incertidumbre política que vive el país, el candidato de la Coalición por el Bien de Todos, ha expresado su sospecha de haber sido objeto de un fraude, pero sobretodo de una traición, que de ser cierta haría prácticamente imposible revertir el resultado electoral que le concede el triunfo a Calderón Hinojosa.
López Obrador ha revelado la posibilidad de que conscientes de las irregularidades en más de 50 mil casillas, los representantes perredistas las hayan avalado y lo que es peor, participado en ellas, debido a que se contempla que pudieron haber recibido un soborno de 50 mil pesos, a cambio de los cuales vendieron su voluntad, su conciencia y haberse vuelto cómplices de lo que se sospecha fue un gran fraude.
En las estadísticas del Instituto Federal Electoral (IFE), la Coalición de los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia, había registrado que sus representantes cubrirían 97% de las 130 mil 477 casillas en todo el país, pero al instalarse las mesas de recepción de votos, esos representantes no llegaron, sobre todo en entidades donde casualmente el PAN los apaleó dos o tres a uno en la votación, como ocurrió en Nuevo León, Sonora, Jalisco, Guanajuato y Querétaro.
Correspondía a las Redes Ciudadanas reclutar a los representantes de casilla y complementar la insuficiente estructura electoral del PRD, así es que si acaso hubo traición, provino de dicha organización, que surgió de la necesidad de crear un frente democrático nacional que agrupara a personajes de diferentes partidos políticos y principalmente a ciudadanos que no militan en ningún instituto y que inició labores como un organismo paralelo, ajeno al PRD, pero que en muchos casos terminó por suplantarlo.
En este mismo espacio señalamos el 13 de febrero del 2006, que así como las redes fueron importante apoyo para que AMLO fuera candidato, ganándole la postulación a Cuauhtemoc Cárdenas Solórzano, se habían convertido lentamente en el talón de Aquiles del abanderado presidencial y no solo eso, se advertía que además podrían ser la causa de la eventual derrota del famosísimo Peje.
Se afirmaba que dicha organización no pertenecía al PRD, pero se les vinculaba porque inicialmente siguieron objetivos “comunes”; Pero ya iniciada y avanzada la campaña, las metas parecían ser distintas, pues entre las dirigencias estatales de redes y de los comités perredistas, surgía una pugna que iba más allá de la división y llegó hasta la disputa, la confrontación, el encono.
Esas diferencias hicieron crujir las estructuras perredistas en diferentes partes del país, pues las ambiciones de unos y otros, se impactaron justo cuando deberían mantenerse unidas, pero las candidaturas a diputados y senadores resultaron un botín demasiado jugoso, tanto que ninguno las quiso dejar escapar.
Tan solo en Hidalgo, López Obrador visitó la entidad en el mes de noviembre y acudió a diferentes municipios para acompañar a los candidatos perredistas a las presidencias municipales; Tanto las Redes Ciudadanas como la dirigencia del PRD y otros grupos, se disputaban el crédito de organizar la gira.
La diputada Tatiana Ángeles y un reducido grupo que son las redes, organizaban conferencias de prensa para informar detalles del recorrido que seguiría el Peje; El PRD estatal dirigido por Luciano Cornejo también se reunía con los medios de comunicación aparentando ser los organizadores y hasta el clan de seguidores de Francisco Patiño intentaba colgarse el mérito.
No se trataba de desorganización, era el inicio de una batalla por querer aparecer como los verdaderos organizadores y por imponer candidatos al Congreso de la Unión, como quisieron hacerlo las redes con la señora Irma Eugenia Gutiérrez Mejía, cuya postulación fue rechazada por Francisco Patiño, Luciano Cornejo, Ricardo Baptista, Isidro Pedraza y Antonio Salim, quienes expresaron su inconformidad ante la propuesta y advirtieron que no la aceptarían, debido a que solo contaba con el 2% de las preferencias electorales.
En respuesta las redes excluyeron al PRD de la organización de la visita, no permitieron subir al estrado a ningún precandidato, distribuyeron por su cuenta acreditaciones de prensa y el día del evento marginaron a los comunicadores locales, provocaron un enfrentamiento a golpes con algunos reportero y por su parte, el CDE perredista se deslindó del maltrato que se le dio a los periodistas.
Se sospechó que de la dirigencia perredista se filtró que la nómina de la Fundación Arturo Herrera Cabañas, que preside el dirigente de Redes Tonatiuh Herrera Gutiérrez, se pagaba en la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado, o que al menos se hizo en alguna etapa de la administración del ex-gobernador Manuel Ángel Núñez Soto y que igualmente venian del PRD, los comentarios de que la señora Irma Eugenia Gutiérrez -madre de Tonatiuh-, sirvió como titular de salud en la gestión del priísta Jesús Murillo Karam, en la que en los últimos meses se ausentó de su responsabilidad, sin hacer pie en su oficina.
Al menos en Hidalgo, las Redes integradas por la familia Gutiérrez, unos cuantos amigos y hasta por presuntos delincuentes, se convirtieron en un ente visiblemente distanciado del PRD, para ellos no había más precandidata que Irma Eugenia Gutiérrez y al no lograr hacerla la abanderada, se manifestaron en contra de quienes lograron la postulación a diputados y senadores, a quienes en revancha hicieron objeto de una contracampaña.
Esa pugna se repitió en estados como Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Veracruz, Yucatán, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas y Tamaulipas, por mencionar solo algunos, PRD y redes tejieron cada quien su estructura porque no estuvieron de acuerdo con las postulaciones y lejos de ser aliados se convirtieron en adversarios.
Incluso el hermano del presidente de Redes, hijo de la fallida aspirante y funcionario del Gobierno del Distrito Federal, Arturo Herrera Gutiérrez, llegó a hacerse presente en Pachuca para denostar contra los abanderados de la Coalición PRD-PT-Convergencia y llamó a los electores a no votar por ellos, inconforme porque su mamá no fue candidata.
Las Redes fueron pensadas como entes plurales, de apoyo a la estructura partidista ya existente, con la idea de que pudieran proponer candidatos y sin embargo, en una muestra de ambición desmedida se creyeron con derecho para imponer a sus favoritos, sin importar que solo garantizaran derrotas, ni los resultados de las encuestas ordenadas por los órganos de dirección de la coalición PRD-PT-Convergencia.
Como en muchos casos no lograron su objetivo, lucharon en contra de los candidatos del PRD, provocaron escándalos, disturbios y agresiones a la prensa, se aliaron con presuntos delincuentes, les brindaron protección, prácticamente abandonaron la contienda, realizaron una ineficiente promoción del voto y una escasa vigilancia en las casillas, lo que dio como resultado que López Obrador no obtuviera la ventaja esperada, ni siquiera en los bastiones perredistas como se consideraba a Michoacán.
En la actualidad, las redes sobre las que recaen las sospechas de traición, de haberse vendido, ni siquiera participan como se esperaba en los actos de defensa del voto que promueve AMLO, no forman parte de la organización y a los contingentes aportan solo dos o tres despistados. Ahora si dejan todo el peso de la batalla en los comités partidistas y en los candidatos a los que no solo les negaron apoyo sino que los atacaron.
Ni las redes ciudadanas, ni las redes de jóvenes universitarios que prometieron 10 millones de votos, cumplieron su objetivo, a menos que este fuera llevar al Peje al fracaso, como fracasó su organización; Pero ahora ni Tatiana ni Irma Eugenia y su sequito dan la cara en las marchas, como no lo hacen los miles de representantes de casilla que prometieron y no llegaron.
Queda claro que las sospechas de traición que tiene el Peje son fundadas, pues las redes parecen haber estado al lado del PAN y el PRI. Si López Obrador logra comprobar el presunto fraude, será gracias a las dirigencias partidistas y de los candidatos ganadores; las redes desde antes, ya habían enseñado el cobre.
Julio 17 de 2006
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