Hidalgo, Estado Corrupto
* Hidalgo 4º lugar en corrupción, empresarios afirman que esa tendencia se incrementará.
* Es resultado de una política de simulación y bajo perfil de los gobernantes.
* Conflictos entre funcionarios por el control de negocios corruptos.
En octubre del 2005, en este mismo espacio se dio a conocer que de acuerdo a los resultados de la Encuesta sobre Gobernabilidad y Desarrollo Empresarial 2005 elaborada por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el 92 por ciento de los empresarios de la entidad consideraba que la corrupción burocrática-administrativa aumentaría ó al menos seguiría igual durante los siguientes dos años.
El pronóstico era alarmante, no así para las autoridades estatales que desestimaron lo publicado e hicieron circular versiones amañadas del estudio efectuado por el CEESP, con una información sesgada que aparentaba que el combate a la corrupción en Hidalgo iba bien y en serio.
Uno de los cuestionamientos más importantes se refería al porcentaje de empresas que reconocieron realizar pagos extraoficiales para influir en el contenido de nuevas leyes, políticas y regulaciones, entiéndase que a los diputados locales y destacándose que el 53 por ciento de los industriales aceptaron que incurrían en esas prácticas.
Dicho porcentaje ubicó al Congreso hidalguense en el más alto índice de corrupción legislativa en todo el país, seguida por Tabasco y Zacatecas con donde el 41 y el 38 por ciento de los empresarios reconocieron dar mordidas a los diputados, mientras que la media nacional se ubicaba en un 20 por ciento, casi una tercera parte de lo que ocurre en Hidalgo.
Otra de las gráficas del estudio en poder de este medio de comunicación se refería al porcentaje de empresas que reconocieron realizar pagos extraoficiales para influir en la toma de decisiones de funcionarios públicos por entidad federativa, rubro en el que a Hidalgo le correspondió el deshonroso cuarto lugar con un 31 por ciento, solo por debajo de Nayarit con 53 puntos, Tabasco 42 y Zacatecas el 38.
Para establecer el grado de corrupción, los integrantes del CEESP, entrevistaron a representantes de las micro, pequeñas, medianas y grandes empresas más representativas del país, de cada estado y de los municipios más importantes, determinándose como los organismos más corruptos en Hidalgo en el rubro de “servicios públicos con mayor incidencia de pagos extraoficiales entre el gobierno y las empresas por entidad federativa”, el Servicio de Administración Tributaria (SAT), la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y las policías federales (Preventiva y Judicial) dependientes del Gobierno Federal, pero también la Policía Ministerial que forma parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado y las policías locales.
La sección “incidencia de la corrupción en el uso de servicios públicos por entidad federativa”, indica que en Hidalgo, el 61 por ciento de los servicios que ofrece el Estado están corrompidos y es otra vez la entidad hidalguense, la número uno en este sentido, con 15 puntos de ventaja sobre la corrupción existente en Oaxaca que ocupa el 2º lugar con 46 puntos, seguido por Guerrero con el 29% y muy lejos de Chihuahua, donde los empresarios dicen que solo en el 1 por ciento de los servicios se registran actos de deshonestidad.
Dicha información es contundente para conocer el grado de corrupción existente en el Estado de Hidalgo, pero por si no fuera suficiente el análisis elaborado por el Consejo Coordinador Empresarial, ahora el es Capítulo México del organismo Transparencia Internacional, el que a través de su informe ejecutivo 2005-2006 del índice Nacional de Corrupción y Buen Gobierno, ubica a la entidad hidalguense como la cuarta más corrupta del país y por tratarse de organismos serios, eso no es cuestionable.
El informe revelado la semana anterior por el politólogo Federico Reyes Heroles no deja lugar a dudas ni permite la interpretación de los resultados a conveniencia de nadie, de manera llana afirma: “Las entidades más corruptas en el país son el Distrito Federal, Tabasco, Estado de México, Hidalgo y Guerrero”. El aplauso fue para Querétaro, Estado con el más bajo índice de corrupción, seguido por Chiapas, Baja California Sur y Sonora.
El informe es firmado por Roy Campos, Humberto Murrieta, Edmundo Berumen y Federico Reyes, directivos del Consejo Rector de Transparencia Mexicana, organismo que ha lamentado que a nuestro país se le otorgue una calificación de 3.3 en incidencia de corrupción a nivel internacional, donde cero representa ser altamente corrupto y 10 elevadamente transparente.
Lo anterior significa que para combatir la corrupción es necesario, urgente, contar con mecanismos legales que faciliten la transparencia y el acceso a la información pública gubernamental, situación que está muy lejos de cumplirse en Hidalgo, donde los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, han sobrellevado este tema mediante discursos demagógicos y foros de consulta popular sin la respuesta esperada, pues organismos empresariales y comerciales, sindicatos y colegios de profesionistas no participan lo suficiente ante la desconfianza que generan instituciones y funcionarios y la poca certeza acerca de si tomarán en cuenta las propuestas o no.
Para la organismo Transparencia Mexicana, la percepción es que “el Gobierno del Estado de Hidalgo no ha hecho su trabajo en materia de combate a la corrupción”, pues en el año 2001 la entidad se encontraba en el lugar numero 15, para el 2003 se ubicó en el cuarto y en el 2005 descendió al 29, siendo la más corrupta junto con el D.F., Tabasco y Edomex, lo que quiere decir que lo publicado por unomásuno en octubre del 2005 no era un invento.
El informe revela también que la mitad de los estados mejoraron sus índices de corrupción y la otra mitad empeoró, entre ellos Hidalgo; Estima que a nivel nacional se producen alrededor de 115 millones de mordidas “que nada tienen que ver con las corrupciones grandotas, de contratos” y que en todas ellas se gastan aproximadamente 19 mil millones de pesos al año, cantidad equivalente a presupuesto y medio de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Miguel Ángel Osorio Chong como titular del Ejecutivo del Estado, se apresuró a desestimar lo dicho por Transparencia Mexicana y justificó diciendo que en Hidalgo existen problemas o irregularidades de carácter administrativo que se confunden con hechos de corrupción.
Políticos de la oposición como José Guadarrama Márquez y Rosa María Martín Barba, afirmaron por su parte que la elevada corrupción en Hidalgo, es resultado de la política de simulación aplicada durante el sexenio anterior por el ex-gobernador Manuel Ángel Núñez Soto y al “bajo perfil” del actual mandatario Osorio Chong.
Queda claro que la corrupción en Hidalgo va en aumento, así como la utilización de los órganos de justicia para persecución política; Que son falsas las intenciones gubernamentales de crear una ley de transparencia y por ello le dan largas al asunto a través de sus foros; Si quisieran ser transparentes, lo serían aunque no hubiera ley, pero no, al contrario, el Congreso del Estado que debería poner el ejemplo ha retirado de su página de Internet las nóminas de los 84 Ayuntamientos que antes podían ser consultadas en línea y también quitó la nómina de la propia Cámara de Diputados.
En el Poder Ejecutivo son palpables las diferencias existentes entre algunos funcionarios y muchos roces lo son por la corrupción, un ejemplo radica en los grandes ploters y lonas que el Gobierno del Estado manda a hacer diariamente para difusión de sus programas, una fuente reveló que cada uno de los utilizados por una sola ocasión en los informes regionales cuesta cerca de 40 mil pesos, pagaderos por adjudicación directa y como son muchos, ese negocio de un servidor público ha causado la envidia de otros y por ello los conflictos.
Lo mismo ocurre en el caso de rentas de oficinas, contratos de obra pública, viajes al extranjero, hospedaje y comidas de servidores públicos, pero como no hay transparencia y ni para cuando la haya, todo queda en lo oscurito como quedan los elevados salarios de los funcionarios y los resultados de ello ahí están, somos la cuarta entidad más corrupta del país y si se cumplen los pronósticos afirmados por los empresarios ante el CEESP, esa tendencia seguirá en aumento los próximos dos años.
Mayo 15 del 2006
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