El Lunes 3 de julio
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* Gobiernos federal, estatales y municipales intervienen en el proceso y serán la causa de muchas inconformidades.
* La Ley, pactos y acuerdos, son violados por partidos y candidatos.
* La guerra sucia impide que se piense en civilidad el 3 de julio.
Justo hoy dentro de dos semanas, cuando el calendario marque el 3 de julio, los mexicanos habremos conocido los resultados del proceso electoral federal, en el que se elegirá al sucesor de Vicente Fox Quesada en la Presidencia de la República, así como a 128 senadores y 500 diputados al Congreso de la Unión.
De acuerdo al Instituto Federal Electoral (IFE), todo está listo para la realización de los comicios el 2 de julio, actualmente se realiza la distribución del material electoral y las boletas que habrán de utilizarse el día de la jornada y no se ha presentado ningún incidente durante la entrega a los Consejos Generales de cada Estado, ni tampoco en los 300 consejos distritales de todo el país.
Para la histórica jornada se ha integrado un padrón electoral de 71 millones 730 mil 970 personas, de las cuales 71 millones 351 mil 123 se encuentran en el listado nominal, el resto 379 mil 847, no han sido incluidas por encontrarse suspendidas en sus derechos políticos, en su mayoría por estar sujetas a un procedimiento penal, por lo que no podrán votar ni ser votados.
Del total, corresponden 1 millón 628 mil 618 al Estado de Hidalgo, en donde el listado nominal será de 1 millón 621 mil 66, siendo el Estado de México la entidad con mayor número de sufragantes, al tener contabilizados 9 millones 151 mil 615 personas con facultad de votar, en tanto que Colima, es en donde menos electores habrá, pues solo estarán en condiciones de depositar su voto 409 mil 940 ciudadanos.
Para tal efecto en los Talleres Gráficos de México (TGM), se han impreso 221 millones 630 mil 844 boletas para presidente, senadores y diputados, a las que se sumarán 42 mil que estarán destinadas a los mexicanos que depositarán su voto en el extranjero, únicamente para elegir al titular del Ejecutivo federal, pero que no podrán votar para designar representantes populares, ni tampoco gobernadores, diputados locales o presidentes municipales, en el caso de las entidades en las que habrá comicios de carácter local.
Se ha ordenado la elaboración de 319 mil 263 urnas y se encuentra listo lo relativo a mamparas, crayones, cojines, mesas, cuadernillos del padrón, actas de escrutinio, sábanas y la tinta indeleble que fue fabricada por el Instituto Politécnico Nacional.
Todo está listo según el presidente del IFE Luis Carlos Ugalde y los consejeros ciudadanos Arturo Sánchez, Teresa González, Marco Antonio Gómez, Virgilio Andrade, Rodrigo Morales y el secretario Manuel López Bernal, quienes además aseguran que se cuenta con un Programa de Resultados Electorales Previos (PREP) sumamente confiable, pero los electores no se muestran totalmente convencidos de acudir a las urnas y los más confiados aseguran que solo votarán 6 de cada 10 mexicanos, es decir el 60 por ciento.
A través de spots que en muchos casos resultan ridículos, el IFE realiza una mediocre campaña de promoción al voto, muy ajena a los miles de millones de pesos destinados para la realización de la jornada y es previsible que el 3 de julio el verdadero ganador de los comicios volverá a ser el abstencionismo, pues para la autoridad electoral parece no ser importante el convocar y convencer a los electores de depositar su sufragio.
Los partidos políticos han expresado su desconfianza hacia el padrón integrado por el Registro Federal de Electores, más desde que se hizo público que una empresa propiedad de la familia del panista Felipe Calderón Hinojosa, ha sido la encargada de vender al IFE el software que se utilizará para contabilización de los votos y que a su vez tendrá a su cargo la operación del PREP, lo que para ellos podría ser un indicativo de que se esté preparando un fraude en las votaciones para favorecer al PAN.
Tal supuesto ha provocado que se encienda la alerta roja en diferentes partidos y hace prever la posibilidad de que se presenten algunos disturbios y muchas inconformidades el día de la jornada y justo cuando se den a conocer los resultados de la misma, por lo que el 3 de julio pudiera no ser lo suficientemente tranquilo para los mexicanos, si de verdad se comprueba la intención de manipular el PREP para beneficiar a Calderón Hinojosa que es visto como el candidato favorito de Vicente Fox, quien ha volcado todo el aparato oficial en su apoyo.
Ante la posibilidad de que exista resistencia de algunos partidos para reconocer los resultados, se ha firmado un acuerdo de civilidad en el que las Alianzas por México, por el Bien de Todos y los partidos Acción Nacional y Alternativa Social, con la ausencia de Nueva Alianza, se comprometen a no impugnar la elección, claro, si está se da en el marco de la legalidad y eso es lo difícil.
El 22 de mayo por acuerdo del IFE, entró en vigor un pacto de neutralidad que impide a todos los órganos de gobierno, la difusión de actividades y obra pública para evitar que el uso de recursos públicos y programas asistenciales, influyan en la voluntad de los electores al momento de depositar su voto, pero los gobernadores condicionaron su cumplimiento a que el gobierno federal también lo hiciera, pero ni unos ni otros han dejado de difundir su tarea y tampoco han suspendido el inicio o la inauguración de obras.
Ante la falta de cumplimiento del pacto, el IFE se vio obligado el 25 de mayo a solicitar por escrito a los gobernantes que se mantuvieran fuera del proceso electoral y tampoco le han hecho caso, por lo que no existen motivos para creer que el pacto de civilidad si será respetado y ese será el principal argumento para impugnar la elección y quizás para la generación de disturbios o movimientos de resistencia aunque esperemos que no sea así.
Hace seis años cuando 17 millones de mexicanos dieron su voto a Vicente Fox, también se habló de la posibilidad de disturbios el día de la jornada, por lo que el gobierno de la República se preparó para enfrentar cualquier situación y hasta adquirió una serie de tanquetas y armamentos especiales para disolver manifestaciones, equipo que por fortuna no fue necesario utilizar.
Pero en esta ocasión tanto el gobierno federal como los de los estados, operan de manera directa en la jornada, intervienen para favorecer a sus candidatos y lo mismo ocurre en algunas presidencias municipales, que se han convertido en virtuales casas de campaña y es ahí donde radica la gravedad del asunto, pues ni la ley, ni acuerdos o pactos han sido suficientes para frenar el activismo de los gobernantes, para quienes el llamado del IFE no ha resultado un impedimento ni merecido la menor consideración.
Por otra parte el acuerdo de civilidad firmado no garantiza en nada que el 3 de julio todo vaya a ser tranquilidad y concordia, pues resulta grotesco que los partidos se comprometan a respetar la ley, cuando eso no es una gracia sino una obligación, además de que resulta poco creíble que una vez estampada la firma de los dirigentes partidistas, ahora si sus candidatos actuarán como debieron hacerlo desde un principio.
El Partido Acción Nacional, por citar un ejemplo, concretamente su candidato presidencial, decidió el tono de las campañas, desde que inició la contienda propuso la descalificación y el desmesurado ataque personal a su principal adversario y hoy se dice víctima de una guerra sucia cuando fue él quien la inició.
El gobierno de Vicente Fox, promovió el ataque contra Andrés Manuel López Obrador al operar su desafuero para dejarlo fuera de la contienda y alentó una campaña de descalificaciones y desestabilización al interior del PRI para debilitar a Roberto Madrazo Pintado, utilizando a muchos priistas traidores como auténticos caballos de Troya, por lo que la administración foxista que es la responsable de lo que ocurra el 2 y el 3 de julio y la obligada a garantizar la paz social, también es la primera en quedar sin legitimidad para hablar de civilidad.
Aún así la jornada electoral está a dos semanas, pero la inquietud permanece entre los mexicanos por lo que pueda ocurrir no el día de la elección, sino después de esta, pues no se respeta la ley, acuerdos ni pactos, el IFE está en duda, el padrón y el PREP también. Solo esperemos que no surja la violencia a pesar de que los gobiernos todos, son los principales mapaches.
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